En medio de la disputa entre el gobierno del Estado y la Universidad de Guadalajara, en la que la mayoría legislativa ha hecho a un lado su autonomía e independencia y se convirtió en fiel aliada del Ejecutivo, la postura de la fracción parlamentaria del PRI ha sido motivo de críticas o señalamientos porque no se puso del lado de uno o del otro en la discusión, análisis y aprobación de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos para el 2023.

Y lo peor es que, efectivamente, la discusión del Presupuesto de Egresos se centró en los recursos destinados a la máxima Casa de Estudios sin entrar a la discusión de otros rubros igual o más importantes para la mayoría de los jaliscienses, que fue el señalamiento que hizo el coordinador de la bancada priista Hugo Contreras Zepeda, porque simple y sencillamente se violentó -como comúnmente lo hacen las mayorías parlamentarias-, el proceso legislativo y se entregó a los diputados “al cuarto para las doce” el dictamen elaborado y aprobado por la Comisión de Hacienda, que preside la diputada del partido Movimiento Ciudadano, Claudia Salas, para que el pleno lo sacara adelante sin que la mayoría de los diputados conociera a detalle su contenido y, mucho menos, dar tiempo a la discusión y negociación como es obligado.

En muchas ocasiones se ha criticado a los diputados porque aprueban a “ojos cerrados”, sin conocer de qué se tratan, dictámenes de iniciativas o, en este caso, de las leyes de Ingresos y Presupuestos, tal y como los envía el Ejecutivo sin que se les cambie “ni una coma”, actitud y postura que siempre han criticado, reclamado y reprochado las bancadas de oposición.

Pues eso fue lo que hizo el diputado Contreras Zepeda en su papel como oposición en el Congreso a nombre de su fracción: reprochó el proceso “fast track” que impuso la mayoría “naranja” y sus aliados para sacar adelante la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos, aunque no conocieran a detalle, como debe de ser, su contenido, pero respondiendo a las instrucciones giradas desde Palacio de Gobierno para aprobarlos ya, sin mayor discusión, pese a que el plazo para hacerlo vence hasta el 15 de diciembre.

“Que lamentable es que la mayoría, los aliados, se presten para el tema más fundamental, que es la Ley de Ingresos y la de Egresos. No se vale, no es constitucionalmente legal, estar citando a deshoras y pasados los tiempos que nos marca nuestra Ley Orgánica (…). Aquí hay grupos parlamentarios que no respetan los tiempos ni las formas, y que en el tema más importante (…), hoy ‘a salto de mata’ la van a aprobar quienes son irresponsables”, dijo desde la tribuna Hugo Contreras, quien luego “pintó su raya” del pleito Ejecutivo-UdeG:

“Nosotros no estamos, la fracción del PRI, en un pleito de universitarios contra el gobierno del Estado. (…) Nosotros hemos contribuido con el gobierno del Estado a sacar los intereses de los jaliscienses, sin estar a favor de unos o de otros del tema particular que siempre discuten (…) ¡Esos son asuntos de ustedes! (…) ¿De qué sirven los discursos de nuestros compañeros cuando dicen que respetemos la autonomía y la soberanía de este Poder, si en los temas fundamentales no lo demostramos ni somos congruentes”, recriminó.

Luego, antes de abandonar el recinto junto con sus compañeros diputados priistas, dejó clara la postura de su fracción: “El PRI no puede acompañar sus tropelías, sus sinvergüenzadas, sus corrupciones, su opacidad que tienen para lo más importante de los jaliscienses. El PRI no puede ser cómplice de sus irregularidades (…), en perjuicio de los jaliscienses (…). El PRI no estará presente en esta sesión (…) porque eso es convalidar el procedimiento que hacen de manera irregular (…). Este Poder debe ser autónomo (…), pero el PRI sí mantiene su autonomía y su independencia. No estamos sometidos a ningún grupo político y mucho menos a ningún otro poder…”.

¿Entonces qué? ¿Criticamos a los priistas porque no votaron a favor o en contra algo que desconocían en detalle y que no se discutió? ¿No es eso lo que hemos criticado de los diputados, que sólo levantan la mano en pro o en contra, sin razonar ni argumentar porque ignoran lo que votan? ¿Para qué quedarse si finalmente la “aplanadora naranja” y sus aliados se iban a imponer?

Sí, “una golondrina no hace verano”, pero en ocasiones estos gestos sirven de algo.