Hoy estará aquí en Guadalajara el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, y sería muy interesante que nos revelara qué análisis -y sus resultados- han hecho en el CEN de lo que sucede con la campaña de Fernando Guzmán Pérez Peláez, su candidato a la gubernatura.
Sería una falta de respeto si nos dice que va muy bien, que va de menos a más, que el abanderado panista va creciendo, que todos los panistas de Jalisco lo apoyan, que al interior del PAN se vive un “vendabal de optimismo y unidad” y que… ¡va a ganar las elecciones!
Como una falta de respeto sería si lo mismo nos dice respecto a su candidata a la presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota. Pero ese es “otro rollo”, diría Adal Ramones.
Hay panistas que, por ejemplo, no entienden cómo es que su candidato no tiene recursos económicos para hacer campaña. Incluso, se sorprenden que se perciban más recursos económicos en la campaña de Enrique alfaro que en la de Fernando Guzmán, y eso abre sospechas entre los priopios militantes de Acción Nacional.
Estamos a punto de entrar al tercer y último tercio de la campaña y no logran entender cómo es que “de la noche a la mañana”, después de la contienda interna, y particularmente iniciando la campaña constitucional, el candidato del PAN se haya quedado “huérfano”.
Por supuesto que, de entrada, no se han quitado de la mente -y ante los hechos- que el candidato del PAN ha sido traicionado desde Casa Jalisco. De eso no les queda duda ni aunque el inquilino se haya sentado a comer con el candidato y que sólo sirvió para reconfirmar su creencia, luego de escucharlo decir que será decisión personal de Guzmán si renuncia o no a la candidatura.
Segundo, les queda claro que alrededor del candidato no hay la capacidad suficiente para sacar adelante una campaña por la gubernatura, confirmando que es acapacidad que quedó de manifiesta en la elección del 2006 está en el equipo que llevó a Emilio González a la gubernatura y cuya cabeza en ese entonces hoy se encuentra despachando en la Embajada de México en España.
Pero quizás lo más recomendable es no ilusionarse con escuchar de boca de Gustavo Madero una explicación a lo que sucede en Jalisco con su candidato, cuando él mismo decidió poner “pies en polvorosa” de la campaña de Vázquez mota y regresarse al Senado.