Por Julio César Hernández

Quizás el artículo periodístico que Eduardo Rosales Castellanos publicó el domingo pasado en el diario Público -donde conmina a los panistas jaliscienses a la unidad, como en los tiempos de campaña- fue el primero de los varios pasos que dará el dirigente estatal del PAN en pos de bajarle de intensidad a la “guerra intestina” que libran dentro de su partido.

Si bien la reunión que sostuvo con el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, junto con el diputado Jorge Salinas y el subsecretario Abraham González, llevó un mensaje implícito para los adversarios políticos dentro del PAN, Rosales Castellanos vuelve a reiterar su deseo de hacer las “paces”… por el momento.

En un receso de su encuentro con Ramírez Acuña, le preguntamos a Eduardo Rosales si deveras con su nueva postura buscaba una tregua, a lo que nos respondió: “Más que una tregua, lo que necesitamos es dejar de ventilar en medios los asuntos que, lo peor del caso, a veces son por filtraciones…”.

Y luego reveló cuál será su conducta de ahora en adelante: “Yo me voy a dedicar de lleno al fortalecimiento de la estructura del partido en el interior del estado, particularmente, y voy a evitar cualquier tipo de declaración que pudiera, aunque sea superficialmente, ser considerada como cualquier tipo de ataque…”.

Aseguró que tras los últimos enfrentamientos entre panistas, en los que él ha participado, particularmente, con el caso de Alberto Jiménez, “yo no me siento agraviado por absolutamente nada…”.

Luego reveló un posible acuerdo que hubo entre él y el gobernador Emilio González Márquez, cuando agregó: “Por el contrario, hay la voluntad, y así me lo ha manifestado el Gobernador, que cualquier tipo de proceso interno no afecte la vida ni del gobierno ni del Congreso ni de los 65 Ayuntamientos. Nos pongamos de acuerdo o no en algunos asuntos internos, esto no tiene por qué afectar ni al gobierno de Emilio ni al gobierno de Felipe…”.

Y cerró su mensaje de “paz” para con los “emilistas”: “Yo no veo que haya resquebrajamiento y mucho menos hay ni una sola señal que se pudiera interpretar como que el partido, en cualquier asunto de fondo, haya obstaculizado al gobierno. Y no veo ningún asunto en el que el Gobierno del Estado haya intentado atacar al partido”.

Tras conocer estas declaraciones, ¿se dudará de que Eduardo Rosales deveras ondea la “bandera de la paz”?

Ojalá y sus adversarios panistas nos den la respuesta a esta pregunta.