Después de la multitudinaria manifestación del 8M con motivo del Día Internacional de la Mujer y de la estruéndosa ausencia de las mujeres al día siguiente, el lunes 9M, pareciera que quien se quedó con una verdadera “papa caliente” es el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí.

Las denuncias que han comenzado a brotar en las diversas escuelas, facultades y Centros Universitarios contra profesores por presunto hostigamiento y hasta presuntas violaciones en contra de alumnas, advierten que en la Máxima Casa de Estudios se avecina un conflicto de insospechadas consecuencias.

Lo sucedido en la Preparatoria de Jalisco (la número 1) y el listado con los nombres de profesores señalados que comenzó a circular en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), parecen ser apenas la “punta del iceberg” de un escenario que quizás nadie se imaginó se daría en la Universidad de Guadalajara.

Claro, la parte que falta es que se investiguen dichas denuncias y que se comprueben o se desechen de acuerdo al resultado que arrojen.

Si hay algo a lo que se pueden estar encomendando quienes temen que este problema “reviente” tarde que temprano en la UdeG, es al hoy temido coronavirus que no obstante los estragos que causa a nivel mundial en Jalisco no ha logrado apagar del todo al movimiento feminista y seguramente no lo apagará. Quizás obligue a un paréntesis, pero las estudiantes no cejarán en sus denuncias, por lo que hoy se advierte.

El problema que se le avecina al rector Villanueva Lomelí, a los directores de escuelas y facultades y a los rectores de Centros Universitarios, merece una atención especial y un manejo con la mayor sensibilidad y cuidado posible para que no se les salga de control y el daño sea mucho mayor que el que ya causan las simples denuncias públicas.

En estos días comienzan ya los informes de actividades de los rectores de Centros Universitarios. Preguntamos: ¿El contenido de estos informes pasarán a un segundo plano y atestiguaremos manifestaciones y denuncias de jóvenes alumnas exigiendo justicia y castigo para sus presuntos acosadores, hostigadores o violadores, siendo, por tanto, el tema a resaltar en los medios de comunicación?

Difícil pronosticar que los próximos días o semanas, y quizás meses, serán de tranquilidad y paz para la UdeG, luego de lo que al interior de ella ha dejado el 8M y 9M: la reacción de las alumnas víctimas de algún acoso, hostigamiento o violación.

Tiempos convulsos, pues, para el rector Ricardo Villanueva Lomelí.