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Julio César Hernández
La entrevista que por espacio sostuvieron el gobernador Emilio González Márquez y el rector de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, y que arrojó la decisión del Ejecutivo de solicitar una deuda de 80 millones de pesos para destinarlos a esta casa de estudios, levantó algunas suspicacias.
Y es que llama la atención que 48 horas después de que el Mandatario estatal advirtiera que la UdeG tenía que “apretarse el cinturón”, se haya dado esta sorpresiva reunión con resultados favorables para la universidad, precisamente un día antes de que se inaugure la Feria Internacional del Libro y en cuyo evento estará a- menos no se conoce noticia en contrario, el gobernador González Márquez.
De acuerdo a lo dado a conocer, de los 80 millones de pesos que se busca obtener a través de la contratación de un crédito que espera le apruebe el Congreso, 50 millones se destinarán para la construcción de escuelas preparatorias y 30 millones para el edificio del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
Esta buena noticia para los universitarios vendría a distensar un poco -¿o un mucho?- la mala relación que ha habido entre el gobierno del Estado y la Universidad estatal, a causa de varios temas en los que el desacuerdo entre ambos ha sido la constante.
Antes de conocerse este acuerdo, se decía que durante su presencia en la inauguración de la FIL, González Márquez podría enfrentar un momento incómodo como el que vivió el presidente Felipe Calderón en la inauguración del estadio de futbol del equipo Santos, donde se llevó sonora rechifla.
En el Gobierno del Estado esperan que esa posibilidad se haya ausentado con este anuncio de más recursos para la Universidad tapatía.