Por Julio César Hernández
Cuando Fernando Garza Martínez gobernó Guadalajara en el trienio 2001-2003, hizo un buen trabajo. Salvo aquel resbalón del “yo, miento, tú mientes, él miente, nosotros mentimos… y todos mienten”, sorteó con éxito su paso por el gobierno de la segunda ciudad más importante del país.
Pero después de eso… nada.
Pretendió la candidatura del PAN al gobierno estatal, pero la perdió frente a Emilio González Márquez. No obstante que logró por ahí ser delegado federal en Nayarit, fue rescatado por Alberto Cárdenas Jiménez quien lo nombró coordinador de Enlace y Operación en la secretaría de Agricultura.
Cuando comenzó a crecer el ambiente preelectoral al interior del PAN, se mencionó que Garza Martínez aspiraba a contender por la candidatura tapatía, pero así como surgió esta versión, desapareció.
Posteriormente, ya cuando se entró de lleno la disputa por las precandidaturas y se manejaron los nombres de Rodolfo Ocampo Velázquez y luego de Antonio Gloria Morales para contender contra Jorge Salinas Osornio, Garza apareció como aspirante a la candidatura a la alcaldía de Zapopan.
Y ahí asentó sus aspiraciones. Sumó su nombre a los de Bernardo Guzmán, Martín García Pérez y Salvador Cornejo para buscar la precandidatura del denominado Grupo Zapopan, que hoy encabeza el alcalde Juan Sánchez Aldana.
Sin embargo, al igual que Martín García y Salvador Cornejo, Fernando Garza “rompe” con Sánchez Aldana cuando éste designa como precandidato del Grupo a Bernardo Guzmán, y los tres deciden trabajar para sacar de entre ellos a un solo precandidato que compitiera con Guzmán y Guillermo Martínez Mora.
Pero bastó la publicación de una encuesta que lo colocaba por encima de cualquier aspirante a la alcaldía de Guadalajara para cambiar de rumbo, impulsado por todos los grupos antagónicos a Francisco Ramírez Acuña, Eduardo Rosales y su candidato Jorge Salinas, y fijar su vista en la candidatura tapatía.
Aquí es donde aparece el “pero”.
Por como se han dado las cosas, todo indica que los impulsores de Garza Martínez no buscan un buen gobernante para Guadalajara sino un buen contrincante para Jorge Salinas. Buscan quién derrote a Salinas Osornio y no quien gane la elección en julio próximo.
Los adversarios del trío Francisco-Eduardo-Jorge buscaban un “valiente” que se aventara. Lo encontraron, pero –como lo hicieron con Rodolfo Ocampo- lo dejarán solo. ¿O cuál emilista va en la planilla de Fernando Garza?
Sin embargo, Garza podría capitalizar la animadversión a Salinas, pero nada le augura el éxito.
