Antes de salir de vacaciones -el 10 de diciembre pasado- el rector del Centro Universitarios de Ciencias de la Salud, Héctor Raúl Pérez Gómez, se “destapó” como aspirante a la rectoría general de la Universidad de Guadalajara y dijo estar a la espera de la integración de la Comisión Especial y a la emisión de la respectiva convocatoria.
La Comisión Especial para el proceso electoral universitario ya quedó integrada y se espera que en las próximas semanas se lance la convocatoria correspondiente.
Los nombres de los aspirantes son ya conocidos, pero al “autodestape” de Pérez Gómez habría que sumar dos nombres más con posibilidades reales de relevar a Marco Antonio Cortés Guardado: el del rector del CUCEA, Tonatiuh Bravo Padilla, y el secretario general de la UdeG, Alfredo Peña Ramos.
Sin embargo, en los corrillos universitarios son estos dos últimos nombres los que se toman en cuenta para definir a quien será el nuevo rector general y, al parecer, los ojos y la atención de propios y extraños están puestos en estos dos funcionarios.
Pero independientemente de los nombres que se apuntes, lo importante en primer lugar será definir si en este proceso electoral se dejará abierta la puerta para que se registren los aspirantes que deseen -que pueden ser desde dos o hasta más- o volveremos a ver un proceso como el de hace seis años: la declinación de todos los aspirantes a favor de uno de ellos.
Recordemos que en aquella ocasión levantaron la mano tres aspirantes: el hoy finado Carlos Briseño Torres, el doctor Raúl Vargas López y el doctor Juan Manuel Durán. Sin embargo, antes de llegar a la fecha de la elección, éstos dos últimos declinaron a favor del primero, convirtiéndose Briseño Torres en candidato único y posteriormente en el rector general.
Hoy las preguntas son: ¿Se registrará más de un aspirante? ¿Todos los registrados llegarán a la contienda al día de la elección para que el Consejo General Universitario tenga un abanico de candidatos de dónde elegir? ¿O antes del registro se llegará con un sólo aspirante o, quizás, se registren varios pero en el camino, antes del día de la elección, terminen por declinar a favor del “elegido” de antemano?
Este es el meollo del asunto en la elección del nuevo rector general de la Universidad de Guadalajara.
Ante este panorama, podríamos presumir que los universitarios llegarán al día de la elección con un sólo candidato que será ungido por el Consejo General Universitario y que no habrá una elección entre varios aspirantes.