El comité estatal del PRI ha girado ya la convocatoria a los integrantes del Consejo Político Estatal para la sesión extraordinaria a celebrarse el próximo sábado al mediodía y en cuyo punto número siete de asuntos a tratar señala:
“Selección del método estatutario para la elección del presidente (a) y secretario (a) general del Comité Directivo estatal del PRI para el período 2017-2021, conforme a lo establecido en los artículos 159 y 163 de los estatutos que rigen la vida interna del PRI”.
Que nadie se diga sorprendido cuando se oficialice -en base al voto mayoritario de los asistentes- que el método elegido para este proceso será el del sufragio directo y secreto de cada uno de los integrantes de este Consejo Político Estatal y no a través de la militancia como lo han solicitado los aspirantes a la dirigencia Leobardo Alcalá Padilla y Rubén Vázquez.
Será el Consejo Político Estatal quien defina quiénes serán los sucesores de José Socorro Velázquez y Mariana Fernández Ramírez como presidente y secretaria general.
Pero no hay duda de que quien ocupará la presidencia estatal priista, a partir de abril próximo,  será el actual secretario del Trabajo, Héctor Pizano Ramos, con el voto mayoritario de los consejeros estatales. Pendiente está saber quién será la secretaria general.
La incógnita será si en el caso de Rubén Vázquez se mantiene o no al frente del Movimiento Territorial, si renuncia a la dirigencia antes o después de la elección o, inclusive, así como le dieron le quitan el cargo con una atenta solicitud de renuncia “voluntaria”.
Hay voces que refieren hasta una posible renuncia de Vázquez a su militancia de décadas como priista, cosa que yo creo lejana de suceder… pero en estos tiempos todos es posible.
Al tiempo.