Por Julio César Hernández

Quizás hoy más que nunca, el que se logre levantar la Villa Panamericana en las inmediaciones del Parque Morelos es un verdadero reto para el alcalde Alfonso Petersen Farah, luego de que el presidente de la ODEPA, Mario Vázquez Raña, declaró que bastaba con que un solo vecino se opusiera para pensar en otro lugar dónde construir la sede.

Ayer se planteó oficialmente que las autoridades están dispuestas a pagar hasta tres veces el valor de los inmuebles, lo que según éstas mismas generó que de inmediato se recibieran 70 llamadas de vecinos interesados en conocer más a detalle la oferta.

Sin embargo, también se han enfrentado a la oposición de no pocas familias que anteponen, antes que nada, el valor sentimental de sus viviendas que cualquier monto que pudiera pagarles el Ayuntamiento. Y es que por ahí han pasado hasta cinco generaciones; ahí las familias que hoy viven tienen sus raíces. Ahí vivieron sus bisabuelos, abuelos y padres. Y muchos de los hoy niños y jóvenes ahí están creciendo. Hay personas que tienen hasta 80 años habitando ese inmueble o, simplemente, en esa zona.

No dudamos que la construcción de la Villa Panamericana, en lo que se ha denominado “Proyecto Alameda”, sea la solución para la reactivación de una gran zona del Centro Histórico que hoy está deprimida, pero cuando el sentimiento de pertenencia está en juego, a los ciudadanos poco les importa o interesa un proyecto de esta naturaleza del que el único beneficio que obtendrán será un monto económico por equis cantidad, que les servirá para adquirir una nueva propiedad.

Pero, además, a este sentimiento de pertenencia de los vecinos del Parque Morelos al que se enfrentan las autoridades municipales, se suma la movilización de agitadores y profesionales de la rumorología que han hecho creer a los propietarios de fincas y terrenos de la zona cosas que no son ciertas, pero que a ellos les dejarán buenos dividendos.

Hay que advertir que los vacíos que ha dejado la autoridad municipal, han sido cubiertos por “vividores” y agitadores que ven en este asunto una “jugosa” oportunidad de llevar ”agua a su molino”.

En este sentido, aquí hay que destacar que en esta lucha han dejado solo a Petersen Farah. Ni su equipo de colaboradores ni sus compañeros regidores de partido y mucho menos los ediles de la oposición, han trabajado para convencer a los vecinos del parque Morelos de la conveniencia de vender sus inmuebles.

No se ha sabido que todos ellos estén haciendo tarea de convencimiento o que apoyen abierta y públicamente la postura del alcalde tapatío.

Toda la carga de conseguir la sede de la Villa Panamericana, y concretamente el que se logre que se instale en las inmediaciones del parque Morelos, la lleva el edil Alfonso Petersen.

¿Qué los Juegos Panamericanos no es un asunto de interés para todos los jaliscienses?