Por Julio César Hernández

La suma de victorias en las Olimpiadas Nacionales generaban una versión en los corrillos deportivos y políticos que era insistente: los días de Carlos Andrade Garín al frente del CODE Jalisco están contados. Sus allegados -y quizás él mismo- lo veían ya al frente del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos 2011.

Decían que tenía todas las medallas para ocupar ese cargo, y que tras de que Guadalajara obtuviera la sede de esta competencia, todo era, simplemente, cuestión de tiempo.

Sus promotores ventilaban que Andrade Garín se había ganado la responsabilidad a pulso, aunque sus detractores veían esa posibilidad como inmerecida.

Pero finalmente ahí estaban los triunfos obtenidos por los deportistas jaliscienses, con él al frente del sector deportivo en la entidad, donde lleva ya once años -con tres gobernadores: Alberto Cárdenas (una parte), Francisco Ramírez Acuña (el sexenio), y Emilio González Márquez (lo que va hasta ahora)-.

Pero bastó que viniera a Guadalajara el presidente de la ODEPA, Mario Vázquez Raña, para que el sueño de los andradeístas se esfumaran, luego de que de manera sorpresiva designó al alcalde Alfonso Petersen Farah como presidente del Comité Organizador.

Andrade Garín tuvo que conformarse con ser designado Director del Comité.

Y sus palabras vertidas a los medios son más que elocuentes de lo que él esperaba en su futuro y la decisión de que el presidente sea Petersen y no él:

“Está (Vázquez Raña) en todo su derecho (de designar) como dueño de los Juegos”.