Lo sucedido el viernes pasado en el Centro Universitario de los Valles (CUValles), cuando el gobernador Enrique Alfaro Ramírez amenazó a la rectora María Luisa García Bátiz y a un profesor del mismo plantel al advertirles “cuida lo que haces”, a la primera, y “mídele bien tus palabras”, al segundo, deberá ser bien medido al interior del partido Movimiento Ciudadano, pues parece que ha perdido a uno de sus principales activos políticos con miras al 2024.

Y es que el “mídele bien tus palabras” fue la frase que en pocos minutos le dio la vuelta al país y la imagen de Alfaro Ramírez dirigiéndose al catedrático y decirle estas palabras, la más difundida hasta para hacer memes o parodias, convirtiéndolo así en tendencia nacional en redes sociales. La amenaza del Ejecutivo fue la nota del día en medios de comunicación de cobertura nacional y muy cuestionada por figuras y líderes de opinión en Twitter y Facebook, principalmente. Por supuesto, la condena por la comunidad universitaria fue inmediata.

Hay que dejar correr el tiempo para confirmar si el “cuida lo que haces”, pero particularmente el “mídele bien tus palabras” se convierten para Enrique Alfaro en lo que fue para el ex gobernador Emilio González Márquez aquella “mentada” que lanzó frente al cardenal y hoy Arzobispo emérito Juan Sandoval Iñíguez ,cuando le ofreció un donativo millonario para el Santuario de los Mártires: su lápida.

Aunque hay quien aún apuesta a que Alfaro Ramírez será o puede ser el candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de la República, después de la escena del viernes pasado en el CUValles seguramente hoy piensan que eso ya está descartado. Y quizás hay que decir que también dejó de ser ya un activo político para su partido y no faltará quien lo considere impresentable, por no decir que hasta un lastre. ¿O cómo podría presumirlo Movimiento Ciudadano como uno de sus principales activos si aún se mantiene entre los cinco gobernadores peor calificados? ¿Cómo ofertarlo si su imagen es la de un hombre intolerante a la crítica, capaz de amenazar hasta a sus gobernados que osan reclamarle el atraso de obras públicas?

Su enfrentamiento con la Universidad de Guadalajara -que este fin de semana se cumplió un año de haberle declarado la guerra al líder del Grupo Universidad, Raúl Padilla López-, le está costando bastante caro políticamente, pues ni han crecido el apoyo y simpatías a su favor ni ha sumado más críticos a quien eligió como su principal adversario político. Vamos, es la misma fórmula fracasada que aplicó en su pleito con el presidente López Obrador, pues mientras no le generó dividendos políticos a su favor, sí tuvo efectos negativos para los jaliscienses al “congelarse” el apoyo federal para Jalisco. Ahora, quien al parecer pagará los “platos rotos” por su guerra declarada a la UdeG será su partido MC y los propios emecistas que ven cómo van a la baja sus bonos y, lo más preocupante, que no se incrementan en otros estados, como donde habrá elecciones el año próximo, Coahuila y el Estado de México.

No basta con apostarle a los efectos de la mercadotecnia política que saben hacer muy bien los publicistas de Movimiento Ciudadano en las redes sociales, cuando la imagen del Mandatario jalisciense está sorpresivamente muy desgastada cuando aún falta poco más de un tercio de su sexenio.

Días antes, precisamente respondiendo a un reto lanzado por el rector general Ricardo Villanueva Lomelí, Alfaro Ramírez declaró a los medios de comunicación que él no gobernaba a través de las redes sociales, pero su problema es que cuando la ciudadanía lo confronta y le reclama como todo buen ciudadano debe hacerlo a sus gobernantes cuando considera que no están dando resultados o que lo que hace no es del todo correcto, se molesta, se enoja, enfurece y utiliza un lenguaje que no refleja precisamente que gobierna cerca de la ciudadanía.

Y es que sorprende que ante los reclamos de la rectora García Bátiz y del profesor, el gobernador no les haya dicho que mentían porque él tenía otros datos, lo que refuerza la creencia generalizada de que la razón les asiste a los universitarios, que Alfaro se quedó sin argumentos para revertir su reclamo y que no tuvo la humildad para aceptar o recibir la queja y simplemente responder que vería qué sucede y el por qué del retraso. Pero su reacción dio “la vuelta al mundo”.

En este asunto del “cuida lo que haces” y del “mídele bien tus palabras”, no se ha dicho la última palabra y aún hay mucho por conocer. Y es que nadie puede presumir que una amenaza así a la Rectora de un Centro Universitario de la UdeG, es la mejor manera de “celebrar” el primer aniversario de haberle declarado la “guerra” al Licenciado.