macrobus
Julio César Hernández
¿Hasta dónde llegará la disputa por la operación de la Línea 2 del Macrobús? ¿Quién cederá o será el gran derrotado en esta disputa: los alcaldes metropolitanos o el Ejecutivo estatal?
Estas y otras preguntas toman trascendencia luego de lo sucedido en los últimos días en Guadalajara y Zapopan, municipio éste último donde el tema del Macrobús se ha convertido en el “pan nuestro de cada día” con las manifestaciones de quienes se oponen a este medio de transporte y que han sostenido que así se mantendrán hasta en tanto no logren su objetivo.
Sin embargo ahora ya apareció su contraparte, el grupo denominado “Por un Zapopan moderno e incluyente”, que aboga a favor del Macrobús y que ha pedido a las autoridades que no suspendan los trabajos para su realización.
Pero más allá de las manifestaciones públicas de vecinos a favor o en contra, destacan las posturas que mantienen los recién entrados ediles priistas, particularmente Jorge Aristóteles Sandoval y Héctor Vielma Ordoñez, que insisten en que primero se lleven a cabo estudios integrales sobre la movimilidad urbana y reiteran su posición a favor del Tren Ligero.
Ambos ediles han asegurado también que no darán los permisos definitivos para la realización de la obra hasta no realizar y conocer los resultados de estos estudios, pero Aristóteles Sandoval ahora planteó su posición definitiva en contra de que el Macrobús transite por el centro de la capital, luego de que el gobernador Emilio González declaró a Notisistema ayer que sus estudios técnicos aseguraban que este medio no causaba daño alguno a las estructuras de la Catedral y el templo de San Francisco.
González Márquez insiste en que Macrobús y Tren Ligero no están peleados, pero aun sobre la anunciada Linéa 3 de éste último hay dudas de que se concrete, bajo la sospecha de que el Ejecutivo la anunció sólo para lograr destrabar la oposición a la Línea 2 del Macrobús.
Esta historia continúa pero nadie sabe cuándo concluirá ni cómo. Ahí está el meollo del asunto.