El viernes pasado, cuando el dirigente morenista, Mario Delgado Carrillo, se daba a la tarea de ir reportando el resultado de las encuestas y revelaba los nombres de los dos finalistas de cada entidad, a las 17:13 horas escribimos en Twitter:

“No especulo, pero a pocos minutos de que conozcamos el resultado de la encuesta de Jalisco, anuncio que los finalistas son @ClaudDelgadillo y @DrCarlosLomeli. Y si el género que se impondrá es el femenino, entonces la ganadora #EsClaudia (confirmado por alguien que está dentro)”.

A las 20:30 horas subí el siguiente texto:

“#ULTIMAHORA @DrCarlosLomeli ganó la encuesta de posicionamiento, falta la definición por género que beneficiaría a @ClaudDelgadillo Hay que esperar las definiciones en Gto, Chiapas y CdMex donde encabezan mujeres, pero en Chiapas puede cambiar y Lomelí sería candidato aquí”.

Cuando todo mundo creía que en Chiapas sería designada Sasil de León, por ser la candidata de Manuel Velasco y presuntamente había el compromiso de dejarle la candidatura al gobierno estatal. Si hubiese sido así, en Jalisco se habría determinado designar candidato. Sin embargo, en Chiapas, terminó siendo designado Eduardo Ramírez, lo que determinó que en Jalisco se postulara candidata y fuera en la persona de Claudia Delgadillo, cubriendo así las cinco candidaturas para mujeres.

Así se cumplió lo que a lo largo de ese día Marcatextos estuvo reportando, siguiendo de cerca el acontecer en Morena y el resultado de sus encuestas en nueve estados. En Jalisco, por razones de género, Claudia Delgadillo González es la Coordinadora de Defensa de la Cuarta Transformación y, por tanto, la virtual candidata de la alianza Morena.-Verde-PT-Hagamos-Futuro a la gubernatura.

Claudia Delgadillo se ganó a pulso su designación, pero debe de estar consciente que obtuvo una responsabilidad a la que muchos aspiraron con merecimientos, con un trabajo político que respaldaba su aspiración, pero que finalmente ella fue la designada y será postulada candidata; debe ser consciente de que será candidata nada menos que al gobierno de Jalisco, una candidatura que no debe tomarse a la ligera sino con mucha responsabilidad, sabedora, además, de que lo será como miembro de un partido que tiene una presencia marginal, prácticamente testimonial en Jalisco, pero apoyada por otros partidos que también se juegan su existencia en el estado como los locales Hagamos y Futuro, y los nacionales como el Del Trabajo y el mismo Verde Ecologista, y por un Morena que no termina de encontrarse así mismo y que lo sigue caracterizando la división entre sus tribus.

Claudia Delgadillo debe asumir el control de este proyecto, pero debe darle a cada partido su lugar como protagonista de ese proyecto y factor que determinará el éxito o no de su encomienda. Para empezar, Claudia Delgadillo debe reconocer que una de las tareas con carácter de urgente que debe atender es lograr la unidad en torno a ella de los morenistas. Si no lo hace, podría ser de fatales consecuencias. Esa tarea la debe de hacer ella personalmente, no delegarla en nadie más. No puede atenerse a que otros hagan las tareas que sólo a ella le corresponden, por la importancia y trascendencia política que tienen.

Delgadillo González tiene la oportunidad de hacer historia, porque no sólo cuenta, por ahora, en teoría, con la mayor alianza política que se ha hecho en Jalisco: cinco partidos políticos unidos en torno a un solo objetivo: ganar la gubernatura. Además, tiene un escenario aparentemente favorable que debe saber aprovechar: el desgaste de un gobierno “naranja” que ha generado una gran inconformidad ciudadana y que puede ser castigado en las urnas.

El trabajo será arduo, sin duda, pero si se apuntó para ser candidata, seguro lo hizo con el conocimiento de que si ganaba tendría sobre su espalda la responsabilidad política más importante de su carrera: la posibilidad de ser la primera gobernadora de Jalisco.

Claudia Delgadillo tiene amplias posibilidades de ganar la gubernatura, pero debe reconocer que eso no será posible sólo por el hecho de llamarse Claudia.