¿Se imagina usted que como estudiante de cualquier nivel -desde primaria hasta postgrado o doctorado-, se encontrara con que el examen que presentó, y que confiaba en aprobar porque se preparó a conciencia para ello, fue mutilado, arrancándole la cantidad de hojas suficientes donde venían las preguntas y respuestas, para que no se le reconociera la calificación obtenida y se le otorgara aquella que le impedía obtener el título y que, además, se merecía por su esfuerzo y trabajo de muchos años?

Pues esto le sucedió a la abogada María Guadalupe Sánchez González, quien el 21 de junio de 2018 se postuló y el 29 de ese mismo realizó el examen correspondiente para obtener el FIAT y ejercer como notario. La autoridad responsable le otorgó una calificación de 60, que no le permitía obtener la notaría por la que contendió, pero que ella no aceptó porque estaba segura y confiada en que su calificación debió ser más alta y obtener el FIAT que se merecía. Sin embargo, como no podía solicitar su revisión, porque no está contemplado en el proceso, recurrió a abogados que lograron que por órdenes de la instancia legal correspondiente se le permitiera dicha revisión.

Pero cuál fue su sorpresa al conocer que su examen fue mutilado y que le sustrajeron y extraviaron varias hojas que correspondían a la parte donde estaban las preguntas abiertas, lo cual fue comprobado por el Primer Tribunal Colegiado en materia administrativa.

Esto sucedió cuando el presidente del Colegio de Notarios era Adrián Talamantes, quien fue Consejero Jurídico del gobierno del Estado en esta administración alfarista y que hoy es magistrado del Supremo Tribunal de Justicia.

Ante esta aberración y actuación ilegal por parte del Colegio de Notarios, María Guadalupe Sánchez González inició un proceso legal para solicitar un amparo a fin de que se corrigiera el abuso en su contra y se le hiciera justicia.

En este caminar, el Juzgado Sexto de Distrito en Materias Administrativa Civil y de Trabajo confirmó que “las constancias relativas al examen sustentado por la quejosa se encuentran incompletas, pues presentan elementos de alteración que llevan a la convicción de que al legajo correspondiente a las respuestas de las preguntas abiertas se encuentra mutilado o que se sustrajeron del mismo algunas hojas”, lo que llevó al Tribunal Colegiado de Distrito que la falta de presentación de las hojas faltantes, por parte de las autoridades responsables (Colegio de Notarios), “dejó en estado de indefensión a María Guadalupe Sánchez González”, por lo que no se le notificó la calificación real obtenida por su examen, con lo que se “transgredió en su perjuicio sus derechos humanos de legalidad, debido proceso y seguridad jurídica…”.

Por esta razón, el pasado 13 de junio del 2023 el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito, le otorgó el Amparo en revisión 176/2020 contra el Jurado insaculado del Colegio de Notarios, el Consejo del Colegio de Notarios, el gobernador del Estado y otras autoridades responsables.

Y como para que no hubiera duda, este Tribunal Colegiado argumentó que “se acreditó con la prueba de inspección judicial que el Jurado insaculado que evaluó y resguardó los exámenes de los sustentantes de dicho examen, mutiló hojas del examen de la quejosa…”.

Y al mismo tiempo, ordena que le se aplique “un nuevo examen” a la abogada Sánchez González “únicamente de las veintisiete preguntas abiertas cuya existencia no se advirtió durante la inspección judicial (…) otorgándole el tiempo que corresponde y que se les dio a los sustentantes…”; “calificar el examen respectivo, levantando el acta circunstanciada relativa al mismo…”; “rendir informe al Juzgado al que adjunte las constancias respectivas; notificar al gobernador del Estado para los efectos correspondientes…

Al gobernador del Estado y al secretario general de Gobierno publicar el resultado del examen de oposición; y de haber sido aprobatorio el examen, se le ubique a la sustentante en el orden de prelación que le corresponde, y si procede legalmente, se emita el FIAT correspondiente a una notaría vacante.

Al Colegio de Notarios, le reclama “total imparcialidad y cuidado del proceso de aplicación del examen, y que sea calificado con total rigor académico, alejado de intereses personales o de cualquier otro fin que no sea el respeto absoluto de los ordenamientos legales”.

Ante todo esto, cabe preguntarse: ¿Por qué no se resguardó debidamente el examen de la abogada María Guadalupe Sánchez González? ¿Cómo es que pudo ser sustraído, mutilado y extraviarse las hojas faltantes? ¿Quién o quienes mutilaron el examen? ¿Por qué razón fue mutilado dicho examen? ¿Por qué pretendieron negarle el FIAT a la abogada Sánchez González? ¿Quién ganaba y qué ganaba con esta acción?

Muchas preguntas por responder y un hecho que pone en evidencia los intereses que mueven al Colegio de Notarios de Jalisco.