La sesión ordinaria del pleno del Congreso del Estado realizada ayer, en medio de la instalación de las diversas comisiones legislativas, debe quedar en la historia como una de las más vergonzosas y debe de ser un llamado de alerta de lo que puede ser esta Legislatura si no corrigen el rumbo a tiempo.
La actuación hasta el momento de la 60 Legislatura no es sino un reflejo de la novatez de los integrantes de la Junta de Coordinación Política que van en camino -y lo hacen muy bien-, de repetir la triste historia de las que les antecedieron y por las que ahora se “rasgan las vestiduras”, mientras el resto de sus compañeros diputados andan más preocupados por no perder los privilegios de los que gozaron sus antecesores.
En esta sesión cuatro puntos -que analizaremos en textos aparte uno por uno-, dejan en evidencia la penosa actuación de nuestros diputados:

  • El caso de los empleados basificados.
  • El caso del Auditor Superior del Estado.
  • El caso de la Cuenta Pública 2010 del Ejecutivo estatal.
  • El caso de crear una nueva Comisión Especial Fiscalizadora (¡!).

En estos puntos la actuación de nuestros legisladores dejó mucho qué desear y todo indica que no hay, entre ellos, nadie que se atreva -porque no dudo que haya quien tenga la capacidad- a hacerles ver sus yerros y sus deseos excesivos de quedar bien con los medios de comunicación y mantener una actuación, precisamente, mediática.
Hoy pareciera que todos los diputados quieren proyectar una imagen inmaculada que realmente no tienen, pues bastaría analizar el cómo y las razones por las que cada uno de ellos llegaron al Congreso del Estado; segundo, difícilmente alguno de ellos será capaz de lanzar la primera piedra; tercero, conforme avance el tiempo, su actuación responderá a los intereses políticos que cada uno y por fracción, representan en el Poder Legislativo.
Y así, terminaremos por extrañar a Legislaturas como la 59, 58 ó 57.
De entrada, ya fue evidenciada la “fractura” que vive la bancada de Acción Nacional en la que se mantiene la amenaza de que uno o más diputados decida renunciar a ella y proclamarse independiente o sumarse a otra bancada.
Han transcurrido 23 días de la actual Legislatura, y nuestros diputados siguen atrapados en los temas financieros-administrativos.
¿Cuánto tiempo más?