Ayer comerciantes en San Juan de los Lagos (foto) y de la zona de Medrano, en Guadalajara, se manifestaron en demanda de que se les autorice ya abrir sus negocios ante la ya larga vigilia a causa de la pandemia del coronavirus. Sin duda es un grito desesperado ante la crisis económica que enfrentan en sus hogares y en los de sus empleados.

Al mismo tiempo, ayer fue el día de mayor contagios en lo que va de la emergencia sanitaria -el gobernador Enrique Alfaro lo atribuyó al relajamiento de medidas durante el 1o y el 10 de mayo-, con un saldo de 95 muertes y 967 casos confirmados en total hasta el momento, y la Universidad de Guadalajara registró que en los últimos cinco días el confinamiento se redujo en un 5% aproximadamente, al pasar del 65 al 55% y se observó mayor movilidad en las calles de la zona metropolitana de Guadalajara.

Este incremento en la movilidad de los últimos días se atribuye también al fallido anuncio de que el pasado lunes 18 comenzaba la reactivación económica, pero se le puso freno.

A esto hay que sumar que los casos de coronavirus comienzan a aparecer en municipios que estaban considerados como “de la esperanza”. Hoy se tienen casos de coronavirus en 49 municipios de Jalisco.

Y, mientras tanto, estamos en espera de la llegada del “pico” de los contagios que se pronostica para mediados del mes próximo y que podría mantenerse hasta agosto, a decir del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.

Lo que hoy reina entre los jaliscienses es la incetidumbre de no saber qué se espera en los próximos días, y si la reapertura de actividades será como se tiene programado a partir del primero de junio cuando se advierte la amenaza de un rápido crecimiento de contagios, pero al mismo existe la urgente necesidad de que la economía en el estado comience a operar.

Si bien se ha iniciado el proceso para aplicar los protocolos exigidos por el gobierno del Estado para la reapertura de negocios, la amenaza de que los planes no salgan como se tienen estimados por el relajamiento social pende como “la espada de Damocles” y por supuesto no se puede “cantar victoria”. Y aún falta por confirmar si hay contagios por la movilización del Día de las Madres, pues todavía no se cumplen los días para su registro.

Es entendible la desesperación de la sociedad ante el largo confinamiento y compartida la preocupación de los comercios, principalmente, por seguir cerrados y advertir que muchos de ellos terminarán por quebrar y cerrar definitivamente, ante la incertidumbre también de a qué se dedicarán para obtener ingresos, pues la demanda de empleo será mucha.

Reitero: A la angustia que se vive hoy por ver pasar el tiempo y que la actividad económica no arranca, se suma la incertidumbre sobre el futuro ante el anuncio de que Jalisco, y particularmente la zona metropolitana de Guadalajara, podría registrar aún un largo confinamiento sin augurar su fin.

Ojalá y que todos seamos conscientes de que a la par de las medidas adoptadas por los tres niveles de gobierno, la responsabilidad que asumamos en adoptar las medidas de protección -confinamiento y uso del cubrebocas, principalmente- ayudará en gran medida a que las consecuencias por el Covid-19 no sean tan graves y haya la posibilidad de salir de esta pandemia lo más pronto posible.

Ojalá y así sea.