abraham-y-marrufo
Julio César Hernández
La denominada ahora “Reforma integral que combate binomio alcohol y volante” que ayer dieron a conocer los diputados Abraham González Uyeda, Jesús Casillas Romero y Enrique Aubry de Castro Palomino, puede ser un ejemplo de cómo los diputados pueden trabajar conjunta y coordinadamente en beneficio de la sociedad en temas por demás “espinozos”.
¿Puede ser esta ley apenas una muestra de lo que nuestros diputados son capaces de hacer sin querer robarse el protagonismo uno sobre el otro? ¿Serán capaces de demostrarnos que de aprobarse, esta ley no será “flor de un día”, cuando de beneficiar y trabajar por la ciudadanía se trata?
La reforma propuesta por los legisladores del PAN, PRI y PVEM para evitar que se registren más muertes como consecuencia de la mezcla del alcohol con la velocidad, particularmente de jóvenes, debe ser atendida como el problema mismo amerita, de enorme urgencia, y con la colaboración de todos los sectores de la sociedad.
Por ello debemos de reconocer también que bien hicieron en enviarle al Ejecutivo la iniciativa en cuestión para que aporte su opinión, su propuesta y la misma pueda ser enriquecida, al tiempo de evitar que pueda ser vetada.
Ya tendremos oportunidad de comentar el contenido de la iniciativa que es interesante. Por lo pronto, hay que reconocer la voluntad de los legisladores por anteponer a sus intereses personales, de grupo o partidistas el bienestar de los ciudadanos.
Insisto: ojalá y no sea, esto, “flor de un día”.