¿A quién le preocupan los asaltos bancarios? Mientras no haya una víctima directa de ellos, a nadie le importa que el número de ellos siga incrementándose y engrose al dato estadístico.
Años atrás el alto número de asaltos bancarios preocupaba a las autoridades de Turismo por el impacto que tenía ante los potenciales visitantes de la zona metropolitana, pero ahora ante la ola de violencia generada por el crimen organizado estos ilícitos son pecatta minuta y no generación inquietud alguna.
¿Repercute en la imagen pública el que en Guadalajara se registren la mayoría de los casi 45 asaltos registrados en lo que va del año en la zona metropolitana? ¡Ya no, la verdad!
Sin embargo, hay quienes se “rasgan las vestiduras” por esa cantidad de ilícitos que parecen no tener fin y se ha llegado hasta la absurda intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. (¡Cuánta razón tienes, Héctor Pizano!).
Pero todo es cuestión de enfoques en este asunto. Hasta el momento, los asaltos bancarios no han registrado saldos millonarios, pues precisamente se han tomado las medidas pertinentes para que asíe sea; por otro lado, el cuentahabiente no pierde sus ahorros o inversiones, mientras el banco recupera el monto robado a través del seguro.
Entonces, ¿a quién le importa que sigan asaltando bancos?
¡Ah, eso sí! Si en el asalto dentro de la sucursal alguien resulta herido o muerto, la responsabilidad es de la institución bancaria, mientras que si eso sucediera fuera, o sea en plena calle, la condena sería para la Policía Municipal. Pero, ¿no hay ese tipo de víctimas en muchas de nuestras calles sin que medie un asalto bancario? ¿Y quién condena a la corporación policíaca por no estar ahí para evitarlo?
¡Nadie! Simplemente se toma como un hecho más de la inseguridad que se vive en la zona metropolitana y sanseacabó.
Entonces, ¿quiénes deben tomar medidas para evitar los asaltos bancarios? ¿La autoridad municipal o los propietarios de los bancos? Si es la primera, entonces tendría que hacerlo para que no hubiera asaltos en ningún negocio, independientemente del giro del que se trate.
¿Alcanza para ello el número de uniformados municipales? Y entonces, ¿cuándo vigilarían las calles para evitar el robo de automóviles, de autopartes, el asalto o robo a los ciudadanos o el robo a casas-habitación, por no decir para evitar homicidios que ya se han vuelto cosa común?
Vamos, no nos detengamos en una discusión estéril que a nada lleva, pues todo mundo sabe que los bancos son particulares y que las policías municipales no están para darles seguridad, pues ella la deben dar a quienes deambulan cerca o lejos de una institución bancaria no dentro.
Que los banqueros dejen de lloriquear y que asuman su responsabilidad.
Y nosotros, ya no nos asombremos porque el número de asaltos se incremente. Basta con referir que el aumento es proporcional a la irresponsabilidad de sus propietarios.
Así de sencillo.