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Julio César Hernández
Conocidos ya los integrantes del nuevo Consejo Nacional del PAN -elegidos el fin de semana durante su Asamblea Nacional-, todo indica que muchos interpretaron ese paso como el “banderazo” de arranque por la dirigencia que hoy ocupa César Nava Vázquez, a quien le auguran un pronto relevo después de los comicios del próximo cuatro de julio.
Y dicen que en primera fila de los aspirantes a sucederlo está el aun presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña, quien ha confesado a sus más cercanos colaboradores que esa es su próxima meta, luego de que advierte difícil meterse en la lucha por la candidatura presidencial para el 2012.
Si bien el actual período ordinario en San Lázaro concluye el próximo lunes 31 de mayo, aun no se define si habrá o no período extraordinario. Sin embargo, lo haya o no, la labor de Ramírez Acuña al frente de la Cámara de Diputados concluirá el día último de agosto, luego de que el uno de septiembre entre su relevo encabezando la sesión solemne del informe presidencial.
Entre los panistas se asegura que el ex Mandatario jalisciense comenzó ya a trabajar su próximo proyecto, que es el de convertirse en el dirigente nacional de su partido, apostando a que su perfil puede cubrir las demandas de la militancia que ya se cansó de figuras sin mayores méritos que el de tener cercanía con el huésped de Los Pinos, como han sido Germán Martínez y César Nava.
Si bien César Nava nunca generó grandes expectativas de una gran dirigencia, Germán Martínez despertaba la confianza de haber sido uno de los colaboradores más cercanos del extinto Carlos Castillo Peraza, y se creyó que si bien no lo emularía en su capacidad intelectual y de liderazgo, sí se pensó que haría un buen papel.
Pero el paso de Martínez Cázares por la dirigencia panista fue un desastre, como ahora auguran que terminará siendo también el de Nava Vázquez.
Por eso hay quienes promueven el perfil de Ramírez Acuña como el indicado para tomar las riendas del partido con miras a las elecciones del 2012, considerando también que los pronósticos no son muy halagüeños para el PAN de César Nava en las elecciones del próximo cuatro de julio.
Así, pues, al conocer quiénes serán los responsables de elegir al próximo dirigente nacional de su partido, seguramente Ramírez Acuña comenzará el nada fácil trabajo de “cabildeo” para sumar voluntades y apoyos a su favor. Y, obviamente, quizás el primer apoyo que debe de obtener, o cuando menos no su veto, es el del presidente Felipe Calderón.
¡Hagan sus apuestas!