Por Julio César Hernández

Hay quienes creen que la elección del nuevo dirigente del PRI a través de consejeros políticos es un triunfo de Javier Galván Guerrero y del aspirante Javier Guízar Macías.

Lo que sí fue, una derrota para otro de los aspirantes, Alberto Mora Martín del Campo, quien pujó por la asamblea de militantes.

Sin embargo, para otros aspirantes no todo está escrito y confían en que la convocatoria no tenga dedicatoria a favor de uno de los candidatos.

Inclusive, no descartan la posibilidad de que surja un candidato de “unidad” (así entrecomillado).
Los argumentos de Pizano y Mora a favor de la asamblea de militantes, no son del todo despreciables. El presidente del ICADEP expresó:

“No es una concesión a la militancia. Si hoy no la toman en cuenta, mañana no vayan a pedir su apoyo a sus casas ni a las calles. El hecho de que no haya un padrón priísta, ¡no es responsabilidad de los militantes, es por la negligencia y omisión de esta dirigencia, que no pudo hacerlo…!”.

Mora Martín del Campo, dijo:

“Con un método cerrado podrán todos mantener sus posiciones, pero seguiremos perdiendo elecciones. Javier: nosotros fuimos electos dirigentes por concejo político y hoy rendimos malas cuentas, perdimos elecciones. ¡Mentira que este procedimiento trae buenos resultados…!”.

Pero tampoco les faltó razón a quienes se pronunciaron por el método de consejeros políticos.

Alfonso Gómez argumentó:

“No podemos ir contra la naturaleza; la elección de dirigentes del partido es un asunto que compete al partido, no es un asunto que convoque a otros sectores de la sociedad. La sociedad elige a los gobernantes, no a los dirigentes de ningún partido político, porque si no qué razón tiene ser militante”.

Rubén Vázquez asentó:

“No olvidemos que todo militante tiene una función sustantiva, que es la de elegir a sus dirigentes, y los ciudadanos su función es la de elegir a sus gobernantes…”.

Ramiro Atilano:

“¡Las elecciones abiertas para elegir a dirigentes internos han sido un caos, porque se presta a transas, se presta a que el poder económico nos gane! ¡No dejemos al vaivén económico, no dejemos a elecciones abiertas, que lo único que se logra es, en un horno de microondas, cocinar enemigos políticos…!”.

Hubo otras expresiones poco afortunadas, pero quizás no falsas. Una del propio Ramiro Atilano que dijo:

“¡La ropa sucia, se decide en casa… Aquí estamos los de casa!.

O la del diputado Jaime Prieto:

“Elegimos, no el mejor (método), fue el menos malo, porque para eso estamos preparados…”.

Lo ocurrido el sábado en el Consejo Político del PRI, fue una muestra de su realidad. Nada más.