Por Julio César Hernández

Orador en el Consejo Político del PRI, Daniel Hernández Loza dijo desde el micrófono:

“No todo es malo, también hay buenas noticias: la renuncia de Carlos Rivera Aceves…”.

Se refería al comunicado que el ex mandatario estatal envió la mañana del sábado a la dirigencia, en el que notificaba su renuncia –“por motivos familiares”- a la presidencia de la Comisión de Procesos Internos. Con aplausos de no pocos asistentes y gritos de “¡Bravo!”, fue aceptada la renuncia.

Tampoco fueron pocos los consejeros que celebraron “en corto” la decisión del ex Mandatario, cuyo paso por la presidencia de la Comisión fue bastante cuestionada, particularmente antes, durante y después de los comicios del 2006.

Rivera Aceves, con esta decisión, simplemente se adelantó a algunos consejeros que traían en su agenda intervenir durante la sesión del Consejo Político para exigir, desde la tribuna, su renuncia.

Carlos Rivera no les dio esa satisfacción, aunque sí se las dio al tomar él mismo la decisión de renunciar.

Carlos Rivera Aceves radica ahora en Colima, aunque sus allegados advierten que no se ha retirado de la política.