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Julio César Hernández
Sin duda que con la derrota sufrida el pasado cinco de julio cuando perdieron la mayoría del Congreso y las presidencias municipales metropolitanas la maquinaria “paquista” se “desvieló”, y es fecha que no ha podido arreglarse; por el contrario, parece que conforme avanzan los días se va más “a pique”.
El equipo del ex gobernador Francisco Ramírez Acuña atraviesa por un momento difícil que se ha reflejado, inclusive, al interior del mismo donde las relaciones no son del todo amigables entre algunos de sus integrantes.
Cuentan, por ejemplo, que el coordinador de la bancada en el Congreso, Abraham González Uyeda, y el regidor Jorge Salinas Osornio ya han registrado algunas desavenencias que no sólo han tenido que ver con quien apoya cada uno para la alcaldía de Guadalajara en el 2012.
Por otro lado, muchos “paquistas” ya resienten los efectos del desempleo y no ven “luz al final del túnel”, pues los espacios de acomodo se han ido estrechando o definitivamente cerrando; quizás por eso es que el ex dirigente del PAN, Eduardo Rosales Castellanos, está dedicado cien por ciento a sus negocios, pues ya advirtió que en la política, al menos por ahora, no hay un futuro cierto.   A diferencia de los últimos tres años cuando todo fue bonanza y poder, parece que ahora la suerte le ha dado la espalda a los “paquistas”, pues cuando se creía que tendría de aliado nada menos que al mismo presidente de la República, Felipe Calderón, la realidad es otra.
Aseguran que la relación entre Calderón y Ramírez Acuña es más que fría y que éste no tiene en la Cámara de Diputados todos los hilos que podría creerse; tanto así, que no logró colocar a sus aliados como hubiera querido.
Y dan un ejemplo más claro de lo primero: el jueves 28 de enero el ex Mandatario, Abraham González y Jorge Salinas acudieron a Los Pinos, y entre las varias versiones que se manejaron en torno a esta visita, se confirmó que fueron a tramitar la asignación de algunas delegaciones federales en Jalisco para el grupo, pero salieron con las manos vacías.
Hoy la estrella que los acompañó hasta antes del cinco de julio del 2009 comienza a extinguirse.   Los “paquistas” advierten, pues, cómo al paso del tiempo van perdiendo terreno, poder y posibilidades de colocarse en los espacios de poder ya tan menguados para ellos. Y no pocos han entrado prácticamente en “crisis” al enfrentarse al desempleo, teniendo que recurrir al préstamo, según comentan.
La incógnita ahora es: ¿Encontrarán una tablita de salvación o terminarán por hundirse?