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Julio César Hernández
El que la maestra Elba Esther Gordillo registre tropiezos dialécticos no pasa de ser mera anécdota ante el poder político que cada día suma desde la presidencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y que desliza hacia su partido Nueva Alianza.
Risas y burlas desató la maestra Gordillo hace algunas semanas cuando en un discurso oficial no logró expresar “de corrido” y mucho menos deletreando la palabra “epidemiológico”. Se trabó y hasta ella se rió de sí misma.
Ahora motivo de todo tipo de comentarios ha sido el que haya “inventado” un nuevo virus al no identificar al de la influenza. En la ceremonia oficial del inicio de un nuevo ciclo escolar, Elba Esther Gordillo solicitó que maestros y alumnos fueran vacunados contre el virus de “influencia  A HLNL” -quien le redactó el discurso utilizó la letra ele (l) minúscula en lugar del número uno (1)-.
Insisto, ambos deslices dialécticos no pasan de ser mera anécdota ante, por ejemplo, lo que revela el periodista Carlos Loret de Mora en su columna “Historias de reportero” y que titula: “Elba Esther ya lo sometió”, refiriéndose al actual secretario de Educación, Alonso Lujambio.
O al hecho de que un ex secretario de Educación -en el gobierno de Vicente Fox Quesada-, Reyes Tamez, sea hoy su “empleado” como diputado federal y a quien designó coordinador de la bancada del Partido Nueva Alianza (Panal).
Y apunto otro hecho anecdótico, pero al que no hay que perder de vista en actos posteriores:
¿Alguien notó que los pendones utilizados el lunes en la ceremonia oficial del regreso a clases aquí en Jalisco -con la presencia del gobernador Emilio González Márquez- fueron del color oficial del Partido Nueva Alianza? (Obsérvese la foto).
Si los gobiernos panistas “pintan” de azul los municipios y los estados, ¿por qué el PANAL no puede “pintar” de su color los actos de educación?