Julio César Hernández
Tres meses después de que se dio a conocer el resultado de la auditoría realizada por la empresa Rusell Bedford al último año -2009- de la pasada Legislatura del Congreso del Estado, y tras una manipulada campaña en contra del Auditor Superior del Estado, el Partido de la Revolución Democrática decide iniciar… ¡por el principio!
Su dirigente estatal, Ant0nio Magallanes Rodríguez, solicita al auditor Alonso Godoy Pelayo realice una auditoría a la LVIII Legislatura para aclarar el destino de 189 millones de pesos de la partida asignaciones a los grupos parlamentarios de la que no hay comprobación alguna.
En rueda de prensa ayer, luego en entrevista con el informativo Al Aire y hoy en un desplegado periodístico, el dirigente estatal del PRD “le exige a la Auditoría Superior del Estado de Jalisco que investigue a fondo y deslinde responsabilidades de acuerdo a la ley”.
Y solicita al propio Congreso que una vez deslindadas las responsabilidades, “de no ser aclaradas debidamente apliquen las sanciones que por ley correspondan”.
Respecto a los tres diputados perredistas que formaron parte de la pasada Legislatura -Samuel Romero Valle, coordinador; Carlos Orozco Santillán, actual rector del Centro Universitario de la Costa Sur de la UdeG; y Enrique AlfaroRamírez, hoy alcalde de Tlajomulco-, Magallanes Rodríguez señaló que “de no aclarar debidamente y comprobar los recursos públicos que ellos recibieron, el Partido de la Revolución Democrática iniciará el proceso interno, ante las instancias respectivas, a fin de que sean sancionados de conformidad con las normas que rigen la vida de este instituto político”.
¿No es acaso esto lo que debieron de haber realizado desde el principio, no sólo los otros partidos políticos sino los actuales diputados de la LIX Legislatura? ¿No era esa su responsabilidad, aun y sin auditoría privada de por medio, cuando a su llegada advirtieron un manejo irregular de los recursos públicos que, además, era del conocimiento público?
Ojalá, pues, que todos los diputados que se “rasgaron las vestiduras” y enarbolaron la bandera de la moralidad para irse en contra del Auditor Superior, hoy tengan la vergüenza de respaldar la petición del PRD y actuar en consecuencia.