Apostándole a los dividendos políticos que puede dejarle mantener un discurso de enfrentamiento con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y no obstante que el resultado no le fue favorable en su reclamo por el recorte presupuestal, en su oposición al modelo inicial de la Guardia Nacional y en sus recriminaciones por el problema de desabasto de gasolina, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez no quita el dedo del renglón y mantiene el mismo tono ante el lópezobradorismo.

Arropado por miles de militantes y simpatizantes de su partido Movimiento Ciudadano durante el relevo en la dirigencia estatal que ahora asumió Israel Medina en sustitución de Guillermo Medrano, el Mandatario estatal tuvo para dar y repartir al gobierno federal.

Al recordar que Jalisco sufrió durante 23 días el desabasto de gasolina, preguntó a los asistentes qué debería de haber hecho su gobierno. “¿Quedarnos callados? ¿Pedirle como dádivas al gobierno que nos atendiera? ¡Por supuesto que no!”. E insistió: ¿Qué debería de hacer el gobierno cuando le quitan a Jalisco 2 mil 500 millones de su presupuesto…?”.

Sin mencionarlo por su nombre, remachó su critica a quien fue su adversario morenista por la gubernatura y hoy es coordinador de programas sociales en Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños. Dijo: ” (…); ¿Qué debería de hacer cuando nos pretenden enviar emisarios a querer fungir como una especie de virreyes…?”.

Y entonces estalló: “Lo que hacemos es decirle al presidente: Presidente, ¡ya no más! Atienda el reclamo justo y respetuoso del pueblo de Jalisco. No pedimos dádivas, pedimos justicia, que se trate con dignidad a nuestro estado, y lo voy a hacer hasta el último día de mi gobierno ¡Cueste lo que cueste! ¡Hasta donde tope! ¡Así de claro…!”.

Frente a sus seguidores, no tuvo empacho para advertir: “No voy a gobernar agachado ante el presidente de México; voy a gobernar con dignidad”. Y luego subrayó: “Desde la capital de Jalisco le reitero que tiene nuestro respaldo. No le vamos a regatear el apoyo porque queremos que le vaya bien a México, pero si nquieren darle a Jalisco un trato indigno, al presidente y a quien sea le vamos a decir: ¡A Jalisco se le respeta! ¡Así de claro, así de frente!”.

¿Deveras este es el tono con que los jaliscienses le quieren hablar al presidente de la República? Estos jaliscienses que mayoritariamente votaron por López Obrador y que pacientemente y sin protestar enfrentaron la escasez de gasolina haciendo largas filas, ¿se quieren dirigir así a su presidente Andrés Manuel? Al menos ese tono no lo hemos escuchado o advertido por parte de otros sectores importantes de la ciudadanía, ni económico, empresarial social, político o cultural.

Es cierto, hay voces que se escuchan en contra de las estrategias y decisiones tomadas por López Obrador, pero no son en el tono que le imprime el alfarismo y ni son tan estruendosas o mayoritarias públicamente como son las que están a su favor y le aplauden cada una de sus acciones y decisiones.

Es entonces cuando pregunto: ¿Hay sintonía entre los jaliscienses y su gobierno estatal frente al gobierno lópezobradorista? No la veo. ¿Hay coincidencia entre la población de Jalisco y el gobierno alfarista en contra de las acciones del presidente Andrés Manuel? No la advierto.

El empresariado de Jalisco tímidamente alza la voz y le habla cuidadosamente al gobierno federal. Las organizaciones no gubernamentales, de la sociedad civil organizada, están calladas o atentas a las acciones del gobierno estatal como es el caso de las mujeres. La oposición política prácticamente es inexistente y no se atreve a asomarse ni contra el lópezobradorismo ni contra el alfarismo.

Lo que sí vemos, pues, es una falta de conexión, de coincidencia, entre el discurso y el tono del gobierno estatal y el de los jaliscienses frente al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Parece que el tono alfarista no es el tono que quieren sus gobernados. O al menos no es el que mayoritariamente aplauden.

Por cierto, en el comunicado oficial del partido Movimiento Ciudadano en el que dieron cuenta del relevo en su dirigencia, no incluyeron ni una sola palabra de lo referido líneas arriba y dicho por el gobernador sobre el gobierno federal y el presidente López Obrador. Nada, ni por equivocación.