Lo dicho: ya no hay “vuelta de hoja”, Laura Haro Ramírez será la nueva presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, en relevo de Ramiro Hernández García. Su compañero de fórmula será el ex alcalde de Arandas, Omar Hernández Hernández, como secretario general.

Ya está acordado que salvo la fórmula que encabezará Haro Ramírez, ninguna otra se registrará como aspirante.

Y para que no quede duda, ayer la próxima dirigente se reunió con los ex presidentes del partido. Además de García Hernández, estuvieron Carlos Rivera Aceves, Rafael González Pimienta, Raúl Juárez Valencia, Hugo Contreras, Ricardo Chávez Pérez, Fracisco Javier Santillán Oceguera y José Socorro Velázquez, así como quienes ocuparon y ocupan algunas de las secretarías del comité: Miguel Castro Reynoso, Rafael Castellanos, Jesús Lomelí, Hortencia Noroña y Verónica Flores.

La fotografía que da fe de dicha reunión la difundió el propio partido en sus redes sociales.

Y un día antes la reunión de Laura Haro fue con los actuales presidentes municipales priistas.

La llegada de Laura Haro y Omar Hernández a la dirigencia estatal del PRI será una prueba seria para una nueva generación que, hay que reconocerle, se mantuvo firme y fiel a los colores de su partido sin caer en la tentación de abandonar el barco cuando se estaba hundiendo ni corrió a sumarse a las filas de los partidos que llegaron al poder. Haro y Hernández resistieron el vendaval naranja que azotó a Jalisco a partir del 2015, año de elección en el que Laura -luego de ser regidora en Zapopan- fue candidata a diputada local y perdió. Pero esa derrota, en lugar de frenarla le dio impulso para ir en busca de nuevos aires a la ciudad de México en donde fue designada, un año después, en 2016 -luego de pasar por un corto periodo como directora de Conalep Zapopan-, dirigente nacional de la Red de Jóvenes por México, del CEN del PRI, hasta 2018 cuando asumió la secretaría de Vinculación con la Sociedad Civil.

Laura Haro Ramírez sabe que tomará las riendas de su partido en un momento de “vacas flacas”, muy flacas, y que su trabajo será empezar a vislumbrar ya quiénes serán los perfiles que tendrá que ofertar a la ciudadanía como candidatos a los cargos de elección popular para el 2024, y afinar una plataforma electoral que le permita, de entrada retener las alcaldías que hoy tiene en su poder; ganar distritos que aún siguen siendo priistas y que les permita tener una bancada más amplia en la siguientes legislaturas federal y local. Pero para ello tendrán que saber imponerse en la alianza que integren con el PAN y el PRD, para reclamar los espacios en donde la victoria bajo sus siglas es posible, y no les suceda como en el 2021 que entregaron candidaturas al PAN en lugares donde esta partido era débil.

Otra tarea inmediata que deberá asumir Laura Haro será integrar un comité estatal inteligente, eficaz y efectivo, con capacidad para que quienes formen parte de él hagan la labor que tendrán asignada. Quizás ya en estos tiempos sea un error querer conformar su equipo de colaboradores como cuota de sectores u organizaciones o de grupos políticos, pues no siempre en ellos se encuentra a los mejores perfiles. Además, ella sabrá que, salvo el sector campesino, prácticamente no cuenta con los demás sectores y organizaciones que alguna vea fueron pilares del Revolucionario Institucional.

Así, pues, los priistas de Jalisco tendrán nueva dirigencia en plena Semana Santa, pues al ser una sola fórmula la que se registre, ese mismo día del registro -el martes 12-, se celebraría la sesión extraordinaria del Consejo Político para oficializar que Laura Haro y Omar Hernández son los nuevos presidenta y secretario general del comité estatal.

Y si no, al tiempo…