Si no sucede nada extraordinario, hoy en la agenda de los diputados del PAN está marcada una reunión con su dirigente estatal Miguel Ángel Monraz.
El tema: la situación de su coordinador Gildardo Guerrero.
Ya decíamos en la entrega anterior que lo que sucede al interior de la fracción parlamentaria panista es el mejor reflejo de la división que vive el PAN. Dentro de la misma bancada se asegura que del total de diputados, sólo una apoya a Guerrero: Mariana Arámbula… pero con sus asegunes.
La verdad es que muchas son las cosas que se dicen públicamente sobre el ambiente que reina en la bancada panista y otras las que se cuentan “en corto”. Pero ambas coinciden en que la situación que vive Gildardo Guerrero no es la mejor, pero mucho menos la del propio Monraz.
Y es que el dirigente estatal parece encontrarse “entre la espada y la pared”: por un lado, un buen número de legisladores le manifiestan su inconformidad con el trabajo; pero, por el otro, no tiene con quién relevarlo. Ahí es donde la situación se “atora” y lo más que logra decirles Monraz a sus diputados es que le tengan paciencia.
Se asegura que las dos opciones que Monraz tiene para relevar a Guerrero, le generan más problemas que los que ahora tiene. Esas dos opciones son: Juan Carlos Márquez y Hernán Cortés. Pero ambos le generarían una mayor fractura de la bancada, aseguran algunos de los mismos diputados.
Dicen que si el elegido fuera Márquez, el primero en abandonar la fracción sería Guillermo Martínez Mora; en tanto que si lo fuera Cortés, la desbandada de legisladores sería mayor. Eso dicen los propios diputados.
Fuera de Márquez y Cortés, los propios legisladores no observan a nadie más con los alcances para que sea su coordinador, de ahí que Monraz se enfrenta a la encrucijada de cómo atenuar la inconformidad de sus diputados con su actual coordinador Gildardo Guerrero, quien ha hecho lo posible por congraciarse con sus compañeros sin buenos resultados.
Por otro lado, se asegura que el diputado Ricardo Rodríguez Jiménez estaría dispuesto a regresar al “redil” azul siempre y cuando Guerrero ya no sea el coordinador.
Así, pues, habrá que esperar si las cosas al interior de la fracción panista realmente están como las pintan: color de hormiga, o si se trata de simples inconformidades que con algunas pláticas y “palmaditas” se pueden resolver.