Mientras Enrique Alfaro y otros ocho gobernadores más exigen la renuncia de Hugo López-Gatell y el mandatario jalisciense recurre a los video regaños, a las declaraciones estruendosas, a los amagos verbales, al discurso de confrontación, todo para llamar la atención de los reflectores públicos, otro bloque de mandatarios estatales de oposición apoyan la permanencia del subsecretario de Salud y logran llegar a acuerdos con él.

El lunes por la tarde, en su tradicional video regaño, Alfaro Ramírez llegó al extremo de culpar a López-Gatell de querer detener la economía en Jalisco al colocar al estado en semáforo rojo, y lo acusó de hacer del semáforo un manejo más político que epidemiológico.

Sin embargo, al mismo tiempo su homólogo de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, presidente de la Comisión de Salud de la CONAGO, y otros gobernadores más, llegaba al acuerdo con el subsecretario de Salud de que el polémico semáforo ahora sería simplemente referencial para los estados y no obligatorio.

Así, sin aspavimientos, sin video-regaños, sin “pataleo” ni “sombrerazos”, y sí mediante el diálogo y una buena relación, se zanjó un problema que aquí Alfaro Ramírez manipuló para satisfacer sus intereses políticos, posicionar su figura a nivel nacional y proyectarse con miras al 2024.

Encabezados por el presidente de la CONAGO, Juan Manuel Carreras, gobernador de San Luis Potosí (PRI), los mandatarios estatales Alfredo del Mazo, del Estado de México (PRI); Omar Fayad Meneses, de Hidalgo (PRI); Francisco Domínguez, de Querétaro (PAN) -y quien púbicamente se manifestó en contra de la carta de la Alianza Federalista de gobernadores en la que exigían la renuncia de Gatell-; Claudia Sheinbaum, de la Ciudad de México (Morena); y el propio Vila Dosal (PAN), llegaron al acuerdo con López-Gatell de dejar al semáforo federal como referencia y que en cada entidad se actuara de acuerdo a sus propias condiciones.

Estos gobernadores -también de oposición, vale aclarar, a excepción de Sheinbaum, pero quien ha tenido diferendos con Gatell- exhibieron a Enrique Alfaro y demás Mandatarios de la Alianza Federalista de darle un manejo político al problema de la pandemia, porque demostraron que sí podía llegarse a acuerdos en la mesa y no a través de desplegados o desplantes por video regaños en redes sociales.

En entrevista con Carlos Loret de Mola, el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, tras destacar que el encuentro con Gatell fue “una reunión donde pudimos entendernos muy bien”, recriminó: “El estarnos echando la culpa unos a otros no le resuelve nada a la gente; lo que puede resolverle cosas es que tengamos el mismo mensaje, que nos pongamos de acuerdo y que estemos en sintonía…”.

Y sobre una posible división entre los gobernadores de oposición, fue contundente: “Esas no son las posturas que debemos de tener, debemos de tener una altura de miras para poder salir de la pandemia. Si no dialogamos , si no nos ponemos de acuerdo, más complicamos las cosas. Hago un llamado para que nos sentemos en la mesa, para que podamos dialogar y resolver nuestras diferencias…”.

En esta guerra contra Gatell, Enrique Alfaro se está quedando solo.

Después de aquel desplegado exigiendo su renuncia, ninguno de los gobernadores “abajofirmantes” ha hecho declaración alguna, han guardado silencio, en tanto que el gobernador de Jalisco salió el lunes a arremeter contra el subsecretario, curiosamente cuando en redes sociales se le criticaba por guardar silencio ante la fiesta multitudinaria organizada por la boda de la hija de “El Potrillo”, Alejandro Fernández.

Y mientras López-Gatell le respondió el mismo lunes, sin mencionarlo por su nombre, al decir que “seguiremos trabajando en lo técnico” y que “si alguien quiere pensar en otras cosas, tiene inquietudes de otro carácter, pues respetamos que alguien prefiera tener otras prioridades. Seguimos en la unidad, quien quiera estar fuera de esto, se le invita a que se sume”, López Obrador remató ayer en su “mañanera” sobre la postura de los gobernadores anti-Gatell:

“Vienen las elecciones y hay ruido, bulla, alboroto, como ocurre en cualquier país del mundo…”.

Y mientras tanto, Jalisco paga las consecuencias…