El mensaje de Enrique Alfaro Ramírez a través del Acuerdo publicado hoy domingo 14 en el periódico oficial El Estado de Jalisco , no puede ser más contradictorio y aterrador:

“PRIMERO. Se da cuenta que nos encontramos en el punto de inflexión de la aceleración de contagios…

“SEGUNDO. Se aprueba que no existen condiciones para entrar a la Fase 1 del Plan Jalisco para la Reactivación Económica, por lo que se extiende la Fase Cero hasta el día 30 de junio de junio de 2020…”.

Pero pese a lo anterior, en este mismo Acuerdo se anuncia:

“CUARTO. Se aprueba que, a partir del 15 de junio de 2020, las siguientes actividades económicas podrán iniciar con la implementación de las medidas, protocolos y compromisos establecidos en los Lineamientos Generales de Seguridad e Higiene en el Entorno Laboral con motivo de la Emergencia Sanitaria por COVID-19, para su reapertura gradual, ordenada y cauta, toda vez que forman parte de los sectores más dañados económicamente…”.

Y a continuación se pubica el listado:

Plazas comerciales: sin acceso a áreas comunes, con un máximo de operación del 25% de la capacidad de su estacionamiento, sin actividad sábados y domingos, y con acceso restringido a tiendas de una persona por familia o grupo. • Corredores comerciales: con restricción de acceso a tiendas de una persona por familia o grupo. • Hoteles: con un máximo de operación del 25% de su capacidad, con apertura de áreas comunes, sin actividades grupales. • Gimnasios y clubs deportivos: con un máximo de operación del 25% de su capacidad, con acceso restringido de una persona por familia o grupo, sin actividades grupales.

“Los recintos religiosos podrán funcionar al 25% de su capacidad o hasta un máximo de 50 personas y se promoverá que las ceremonias, ritos o cultos duren el menor tiempo posible”.

¿Qué acaso los acuerdos primero y segundo no son suficientemente razonables para evitar o no dar el paso a lo que establece el número cuarto? ¿No son puntos contradictorios en un mismo documento, no obstante que lo establecido en el punto cuarto sea gradual? Si el acuerdo primero es prácticamente un llamado radicalmente urgente a quedarse en casa, ¿por qué poner al mismo tiempo la tentación para que la población salga a las calles con el alto riesgo que existe de contagios?

La semana pasada el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, nos describió un escenario y un panorama peor de aterrador que lo que establece este Acuerdo. Dijo:

“El 69% de la gente está en la calle y el indíce de aislamiento es apenas del 31%.”. ¿Qué sucedió aquí? ¿Dónde está el ejemplo que Jalisco puso a nivel nacional de alcanzar hasta un 63% de confinamiento cuando los contagios aún no estaban en su punto más alto? ¿Que ha hecho el gobierno para evitar lo anterior? Si los llamados a través del perifoneo o los exhortos han sido un fracaso, ¿no encontraron otra estrategia para lograrlo o simplemente bastaba con “lavarse las manos”?

Y luego, Villanueva Lomelí sentenció:

“Hay que prepararnos para una pandemia igual o peor que en cuaqluier parte del mundo. Si seguimos con un 31% de aislamiento va a haber muchos muertos en Jalisco (…). Abrir cualquiee cosa en la economía hoy, significarán muertes, no hay duda de eso, pero también entendemos que puede haber más muertes por hambre que por este virus…”.

Hasta ahora, el récord de fallecimiento por Covid-19 en Jalisco en solo un día ha sido de 26, la semana pasada. ¿A esta cifra tendremos que acostumbrarnos, a no menos de 20 muertos diarios, a partir de ahora porque así lo decidió una Mesa de Reactivación Económica?

En Jalisco se nos ha impuesto, en tiempos del Coronavirus, un peligroso juego desde el gobierno al que nuestras autoridades no juegan porque decidieron hacerse a un lado, dejar a sus gobernados a su suerte, y ese juego es el de la “ruleta rusa”, bautizado aquí como el de la “Responsabilidad Individual”.