México y Jalisco están a punto de quedarse sin ser representados por una de sus mejores deportistas, luego de que el Comité Olímpico Mexicano (COM) anunciara de manera injusta que Jessica Salazar, subcampeona mundial de ciclismo, quedó fuera del equipo mexicano que participará en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.

Los que conocen del tema y han seguido la trayectoria reciente de Jessy, catalogaron la decisión como tramposa y sin sustento, ya que fue justamente ella la que consiguió la plaza para la cita olímpica tras ganar la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Pista realizado en 2020 en Berlín.

Jessica Salazar, obtuvo múltiples medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018 y los Juegos Panamericanos de 2019; también es Premio Nacional de Deportes y cuenta con el Récord Guinness en 500 metros contrarreloj. Con estos logros la jalisciense está catalogada como una de las mejores deportistas del país y del planeta.

Mucho tendrán que explicar las cuestionadas autoridades del COM, de la CONADE y de la FMC, pues no es la primera vez que se pone en tela de juicio su actuación; fue en 2019 cuando se denunció a Edgardo Hernández Chagoyaque, que preside la Federación Mexicana de Ciclismo, por registrar a su hijo como entrenador en Lima 2019 sin serlo en realidad y pagarle un sueldo de 240 mil pesos. Aunado a esto, la Secretaría de la Función Pública ha exhibido en múltiples ocasiones a directivos de la actual administración por señalamientos de corrupción.

El desorden, la arbitrariedad y la corrupción se han vuelto el común denominador en la CONADE que encabeza Ana Gabriela Guevara, la Federación Mexicana de Ciclismo de Hernández Chagoyaque y el Comité Olímpico Mexicano que preside Carlos Padilla Becerra. El precio que habrá de pagar México es el de la mediocridad, pues pareciera que el objetivo es truncar las carreras de atletas destacadas y destacados, echándolos del país haciendo que busquen en otra nación la oportunidad que su propia Patria les niega, como sucedió con la esgrimista Paola Pliego a quien la CONADE le adjudicó un falso positivo en dopaje para dejarla fuera de una justa olímpica. Resultado de eso, Paola demandó a la organización deportiva que tuvo que indemnizarla con 15 millones de pesos; a la par, la deportista decidió naturalizarse para representar a Uzbekistán en competencias internacionales, incluidos los Juegos Olímpicos de Tokio.

Por el bien de México y de Jalisco, a Jessica Salazar se le debe de hacer justicia y devolverle su merecido boleto para competir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.