Vaya revuelo causaron ayer los resultados de la encuesta de reconocimiento que dio a conocer la diputada Andrea Chávez, sobre los que cada quien entendió o interpretó lo que quiso; sobre los que los interesados manejaron a su conveniencia; y sobre los que muchos se confundieron, pues creyeron que quienes fueron electos por el Consejo Estatal ahora quedaban fuera o al ver que su porcentaje fue menor que en aquella ocasión consideraron que habían sido relevados.

Y es que fueron 48 aspirantes registrados los que fueron sometidos a esta encuesta, incluyendo a los cuatro ya definidos en el Consejo Estatal: Clara Cárdenas, Carlos Lomelí, José María Martínez y Flor Michel. Valga destacar, porque esto es importante tomar en cuenta, que la encuesta fue a población abierta, por eso personajes como Cárdenas y Michel registraron un puntaje menor al obtenido en el Consejo, pero es bastante entendible porque al menos el trabajo político de la primera ha sido al interior de Morena y con morenistas.

Pero indudablemente que esta encuesta, además de provocar confusión, puede ser manejada a conveniencia de la dirigencia nacional, pues hay puntos que no quedaron claros o que simplemente no se revelaron en su momento, como el hecho de que esta encuesta de reconocimiento fue vía telefónica y, anótenlo, que se hizo por bloques, según se reveló, de cuatro aspirantes cada bloque y en diversas regiones del estado. ¿O ustedes creen que alguien del otro lado del teléfono iba a esperar a que le leyeran la lista de 48 nombres para recordar a quién conocía? Quizás por eso aparezca el nombre de una Claudia Bernal, que nadie conoce ni identifica, con el 10 por ciento de reconocimiento.

Ayer por la tarde, el dirigente nacional Mario Delgado hizo algunas precisiones de este proceso que deben de tomar en cuenta propios y extraños, dentro y fuera de Morena. Explicó:

“Fueron encuestas telefónicas de reconocimiento de todos los inscritos…

“La Comisión (de Elecciones) valorará las propuestas de los Consejos Estatales -o sea que los cuatro elegidos no la tienen segura, pues serán “valorados”-, para determinar quiénes serán los perfiles, hombres y mujeres, que van a ir a la encuesta final y definitiva para elegir al coordinador o coordinadora de la defensa de los comités de la transformación”.

Y luego puntualizó:

“Los resultados del día de hoy no es más que información para la Comisión de Elecciones; no quiere decir que el que salió más posicionado ya va a ganar la encuesta. La encuesta final es otra metodología, es casa por casa -o sea ya no telefónica-, y se miden muchas variables, como la honestidad, cercanía, credibilidad y si la gente lo quiere o no como candidato o candidata”.

Así, pues, aun nadie en Morena puede cantar victoria, porque -y esto deben subrayarlo- el coordinador o coordinadora será finalmente quien decida el partido o su dirigencia, porque si al mismo tiempo sería el candidato o candidata a la gubernatura, entonces tendrán que considerarse otras variables que no están anotadas aquí y que posiblemente los encuestados o quien resulte ganador o ganadora no las cubre.

Pero esto lo analizaremos en otra entrega.