Para el primer gobernador del PAN en Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez, la corrupción y la impunidad durante los 18 años de gobierno blanquiazul en todos los ámbitos fueron los pecados que los llevó a perder el poder.
“Vimos cómo los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo, así como las OPD’s (órganos públicos descentralizados), se despacharon con la cuchara grande…”.
Días después de que se cumplieran 18 años de haber ganado por vez primera la gubernatura -el pasado martes 12- y a diez días de que el PAN entregue el poder nuevamente a manos del PRI, Cárdenas Jiménez reconoce que durante estos tres sexenios la corrupción y la impunidad campeó por todos los rincones de la administración pública estatal.
“Los salarios se fueron a la alza en la burocracia: desde el municipio más humilde, pasando por la UdeG (Universidad de Guadalajara) y los tres poderes. Hay más dinero que nunca y, sin embargo, hay deudas por todos lados, no les alcanza el recursos, las nóminas crecen. Y vemos que hay corrupción, hay manejos políticos, manejos de nóminas, manejos de todo tipo… de todos los partidos políticos”.
Y luego lanza el mea culpa:
“Creo que no dimos los manotazos, el frenazo(sic) fuerte, contundente. ¡Eso también se paga! lo reconozco…”.
A todo lo anterior, Cárdenas Jiménez le agrega los conflictos internos de su partido donde la traición se hizo presente durante la campaña por la gubernatura, aunque dijo no tener elementos para confirmar que el gobernador Emilio González Márquez haya incurrido en ello al apoyar al candidato del Partido Movimiento Ciudadano.
Aceptó que no se pudo procesar adecuadamente que todas las corrientes panistas se sumaran a la candidatura de Fernando Guzmán Pérez Peláez, y reveló que su caída comenzó al día siguiente de su elección cuando Alfonso Petersen Farah impugnó ante el Tribunal Electoral el resultado de la elección interna y que posteriormente se aceleró (la caída) cuando varios panistas se zafaron de la campaña.
Pero subrayó que también faltó que el equipo de Guzmán Pérez Peláez “hubiera llamado, cobijado y unido a esa parte del ejército que quedó dolido…”.
El también ex senador y dos veces secretario de gabinete federal, reconoció que él mismo incurrió en algunos errores.”Todos debemos cargar con una parte de culpa, nadie estamos exentos. Yo no incrusté regidores de otras corrientes, fue un error mío. ganamos la interna, pero al final también yo sufrí  las traiciones, cuando me dejaron la cuarta parte de las casillas vacías el domingo. Fue un golpe fuerte”, concluyó.