¿Hay algo qué celebrar hoy 3 de mayo, Día de la Libertad de Prensa?

Indudablemente que sí, y hoy más que nunca cuando tenemos gobiernos que quisieran una prensa bajo su control, que sólo publique lo que ellos quisieran que se difundiera y ocultaran aquello que les incomoda y que los exhibe ante la sociedad, pero esa prensa resiste a los embates del poder y se sostiene.

Para esa prensa libre lo único que tienen estos gobierno son calificativos negativos, la ignoran, la acusan de chantajista, la desvaloran, pretenden ahogarla -y hasta desaparecerla- negándole la publicidad si no hay compromiso de que sea su cómplice, pero no logran callarla.

Sí, lamentablemente también existe esa otra prensa que para poder sobrevivir debe someterse al control gubernamental a cambio de su silencio y complicidad, amén de que existen ganancias alternas para sus propietarios.

En México, el joven régimen lópezobradorista manifiesta abiertamente cada mañana su animadversión por aquella prensa que exhibe a su gobierno y sus grandes y graves yerros; en Jalisco, el gobierno alfarista no oculta su desprecio por la prensa que osa criticarlo, exhibirlo y cuestionarlo.

Frente a la prensa, ambos tienen mucha similitud: le niegan ingresos, como se hace con cualquier empresa de comunicacion, si no están bajo su control, lo que ha provocado despidos de personal y hasta el paro parcial o total de rotativas; ejercen presión para que despidan a los periodistas que les son incómodos; la descalifican haciéndole creer a la sociedad que los chantajean. En resumidas cuentas -lo reitero-, hacen suyo el reclamo lópezportillista: “No te pago para que me pegues”.

Sin embargo, no perdemos la esperanza de que la prensa, no obstante los avances tecnológicos, vuelva a revivir como el mejor instrumento de comunicación para la sociedad a través de los grandes géneros periodísticos que no sólo informan sino que analizan los hechos y aportan a la sociedad el canal para una reflexión que los lleve a formar y forjar su criterio para el momento de las grandes decisiones.

Llegará el momento en que la historia juzgue la actuación de los gobernantes frente a la prensa, y sin duda que éstos serán los grandes perdedores…

Al tiempo…