Anteayer lunes circuló al interior del Ayuntamiento de Puerto Vallarta el siguiente mensaje: “Hola compañer@s buenas tardes!! El día de mañana 05 de julio de 2022 a las 7pm tendremos la visita del doctor Monreal. Les solicitamos su asistencia obligatoria en compañía de sus colaboradores y/u líderes. La asistencia y en conteo será registrada al llegar al evento. Les comparto que habrá taquiza de guisados. Y la ubicación…”.

Y, efectivamente, ayer el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, se reunió con empleados municipales de aquel destino turístico ante quienes dijo cosas interesantes que vale la pena desmenuzar.

Pero antes vale subrayar que llama la atención que a diferencia de Marcelo Ebrard Casaubon y próximamente Adán Augusto López Hernández, Monreal Ávila no haya decidido hacer su aparición ya en la zona metropolitana de Guadalajara y prefiera estar en otros municipios del resto del Estado, aunque ha sido en dos zonas importantes, como en Los Altos, primero, y ahora en Vallarta. Quizás esté preparando alguna sorpresa o simplemente mide el terreno.

Si bien hay quienes creen que Ricardo Monreal es algo así como “el patito feo” de los aspirantes de Morena a la candidatura presidencial, pues ni siquiera es considerado una de las “corcholatas” de Palacio Nacional, “flaco” favor le hacen convocando a la reunión de esta manera, pues los morenistas y los vallartenses deben saber que el zacatecano es uno de los políticos más completos que existen dentro de la 4T, inteligente, mesurado, calculador, que sabe para qué es la política y cómo manejar el poder. Y ahí está en el Senado, respondiéndole al presidente López Obrador, sacando adelante sus iniciativas en la Cámara Alta gracias a su habilidad como buen negociador. Sabe sacar acuerdos, cosa nada fácil en estos tiempos.

De las declaraciones que hizo ayer, de acuerdo a lo reportado por algunos medios, vale destacar: “En su momento, voy a participar como candidato a la presidencia de la República para suceder al presidente López Obrador (…). Una vez que se autorice la convocatoria, me voy a inscribir y voy a luchar a la buena para que dentro de Morena ganemos a la buena…”.

Aclaró:

“Morena no es de ninguna corriente. Morena es de todos, Morena no es de una facción, Morena no es de un grupo. Morena es del pueblo. Yo soy fundador de Morena y desde hace 25 años he luchado al lado del presidente López Obrador…”.

En sus discursos, Monreal ha sido insistente en subrayar que él es lópezobradorista de “hueso colorado”. No quiere dejar lugar a dudas. Pero quizás más que un mensaje para sus correligionarios, sea un mensaje para Palacio Nacional.

Y luego anunció:

“No me voy a salir, voy a luchar dentro de Morena porque soy fundador de Morena, porque creo en Morena, porque le he dedicado más de la mitad de mi vida política a este movimiento…”.

Pero advirtió:

“Mi límite es la dignidad…”.

Esta frase, estas cinco palabras -que ya las dijo anteriormente en una entrevista con el periódico El Universal-, es la “rendija” por la que seguramente saldrá Ricardo Monreal para ser candidato por otro partido -¿quizás Movimiento Ciudadano?-, aunque no necesariamente a la presidencia de la República -¿a la jefatura de la Ciudad de México?-. En la capital del país -y en otros lugares más, como aquí en Jalisco- no ha pasado desapercibida su cercanía -¿y alianza?- con Dante Delgado y su movimiento naranja, del que ya alguna vez el senador fue coordinador de sus diputados federales, allá por los tiempos en los que votaron en contra de la reforma eléctrica de Peña Nieto.

Pero si asegura que no se irá de Morena, entonces que no nos sorprenda que si bien no alcanzaría la candidatura presidencial sí podría ser candidato del partido del que reitera es uno de sus fundadores para suceder a Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México.

Y si no, al tiempo…