Reza una hermosa y sabia frase -representada de diversas maneras y por distintos autores- que sentencia que “el hombre es el arquitecto de su propio destino”. Y hoy más que nunca le queda -como dijera el sabio de Macuspana-, “como anillo al dedo” al presidente municipal de Guadalajara, Jesús Pablo Lemus Navarro, aspirante a la candidatura de Movimiento Ciudadano al gobierno del Estado.

Si bien las encuestas lo colocan como el aspirante con mayor porcentaje en la preferencia ciudadana para ser candidato, también es cierto que en la recientemente publicada en el diario Mural la semana pasada, se le envió el mensaje, claro y contundente, de que en el desierto naranja no es la última coca cola”, y que contra lo que dijo a finales del año pasado -en un arrebato de excesiva soberbia de que solamente él le garantizaba la victoria a Movimiento Ciudadano-, este partido puede ganar las elecciones del 2024 con otros candidatos como Clemente Castañeda, Alberto Esquer, Salvador Zamora y Verónica Delgadillo.

Y hay quien se pregunta que ¿por qué si las encuestas lo colocan a la cabeza de todos los aspirante a la gubernatura e, incluso, lo dan como seguro ganador en la elección del próximo año, Lemus Navarro no sería el candidato de Movimiento Ciudadano? La respuesta es sencilla: porque al interior del partido y dentro de la estructura del gobierno en Jalisco, es el adversario número uno del gobernador Enrique Alfaro Ramírez y el principal detractor de MC y de los emecistas: funcionarios públicos y dirigentes; amén de las versiones -no desmentidas nunca por él-, de reiterados encuentros con representantes del partido Morena.

Basta recordar lo que en el ya lejano 18 de septiembre del 2019 -apenas casi un año después de haber asumido por segunda ocasión la alcaldía de Zapopan- escribió el columnista Salvador García Soto en su columna “Serpientes y Escaleras” en el periódico El Universal: “El ex presidente de la Coparmex ha tenido reuniones por separado con el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo (su padrino político); con la dirigente nacional de Morena, Yeidkol Polevnsky; y con Gabriel García, coordinador general de Programas Integrales de Desarrollo y jefe de delegados estatales…”. Lemus jamás desmintió al columnista.

Pero hagamos un recuento de los agravios -no exactamente de manera cronológica-, de Pablo Lemus Navarro que tienen registrados en Casa Jalisco y en la casona de la Av. La Paz, y que para no pocos en Movimiento Ciudadano son razón suficiente para que no sea su candidato a la gubernatura, pues además advierten el riesgo de una traición ya estando en el poder. Veamos:

  1. Se enfrentó y opuso abierta y públicamente al gobernador Enrique Alfaro en el caso de la Villa Panamericana, al negarse a otorgar los permisos de habitabilidad. Dijo que prefería ir a la cárcel, antes que otorgar dichos permisos. Este enfrentamiento duró varias semanas, solicitó licencia al cargo y se fue sin otorgarlos, haciendo ver y quedar mal al Mandatario, pese a que jurídicamente nunca le asistió la razón.
  2. . Se negó públicamente a apoyar la creación de la Policía Metropolitana, proyecto de Alfaro Ramírez. Al respecto dijo en entrevistas radiofónicas: “Durante las discusiones (…) se planteó la posibilidad de que todos los recursos, humanos y financieros, pasaran al organismo público descentralizado (…); sin embargo, yo externé públicamente que no estaba de acuerdo ni estaré de acuerdo…”.
  3. Pidió la destitución del secretario de Trabajo, Marco Valerio Pérez Gollaz, quien enfrentaba acusaciones de carácter personal, en los que nada tenía que ver Lemus ni eran de carácter institucional. “Por congruencia personal, por congruencia como funcionario público, tiene que pedir licencia Marco Valerio. No tengo duda…”, declaró al respecto.
  4. En una amplia entrevista con el diario Mural (20/01/202), no dejó “mono con cabeza”: a). Sobre su pleito con Alfaro por la Villa Panamericana, dijo que tuvieron un encuentro de “tú a tú”, no de Alcalde con Gobernador. “Hablamos de frente a frente sobre las cosas que no nos gustaban de cada uno (…): Hoy la relación con el gobernador es de trabajo”. Se había acabado la amistad. b). Sobre su relación para ser candidato: “¿Quién dice que forzosamente para ser gobernador tengo que ser diputado? ¿Qué no puedo llegar a la gubernatura desde otros espacios de participación social, ciudadana o política? c). Sobre el ser diputado: “Verme de diputado local o federal, me da mucha flojera…”; d). Sobre su relación con MC. Denunció que es motivo de muchas envidias dentro del partido, pero que les dice a su equipo: “No escuches a esos perros ladrar”.
  5. Menospreció a Eduardo Lomelí, secretario general del Ayuntamiento, y a Alejandro Hermosillo, coordinador de combate a la desigualdad -piezas del ex alcalde Ismael del Toro y del gobernador Alfaro en el Ayuntamiento-, al decir que no los necesitaba, pero que eran resultado de una negociación.
  6. “Golpeó” varias veces al entonces alcalde Ismael del Toro, como en una encuesta que se asegura fue “filtrada” desde el Ayuntamiento de Zapopan, en la que a Del Toro lo colocaban en la tercera posición (14.7%), por debajo de Pedro Kumamoto (27%) -que jamás ha confesado su deseo por gobernar Guadalajara-, y de él mismo (14.9%), y en la que sin el factor Lemus, Kumamoto obtenía el 30% e Ismael el 23%.
  7. En el momento álgido del enfrentamiento del gobernador Enrique Alfaro contra Raúl Padilla, Pablo Lemus prácticamente entro del brazo del presidente de la FIL en su toma de posición y en su primer informe de Gobierno en Guadalajara.
  8. Calificó el presidente estatal de Movimiento Ciudadano, Manuel Romo, y al secretario de Asistencia y Desarrollo Social, Alberto Esquer, de “arrastrados” y “oportunistas”.
  9. Acusó al senador Clemente Castañeda de estar confabulado con Romo y Esquer para “bajarlo” de la contienda y quitarle la candidatura al gobierno del Estado.
  10. Menospreció a Castañeda, Esquer y Romo, al decir que con ellos Movimiento Ciudadano perdía la elección en el 2024.
  11. Acusó a diputados de Movimiento Ciudadano, del PAN, PRI y Morena, integrantes de la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado, de pretender “descarrilar” -así dijo- sus aspiraciones políticas, al darle entrada a una solicitud de juicio político en su contra.
  12. Y más recientemente, la semana pasada, se pronunció en contra de un segundo piso sobre la avenida López Mateos, como solución al problema vial, un proyecto que el gobernador Alfaro apenas comenzó a socializar.

Estas son sólo algunas de las muchas “perlas” que le tienen registradas a Jesús Pablo Lemus Navarro y que lo hacen no un aliado sino un adversario de Alfaro Ramírez y del propio partido Movimiento Ciudadano, de acuerdo a lo que se escucha en los corrillos naranjas.

¿Qué sucederá? Eso está por verse, pero recordemos lo que le respondió al periódico español El País, en su edición México, el 22 de abril del año pasado, cuando le preguntaron que si Alfaro lo apoyaría para ser el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura: “Estoy seguro que así será…”.

Después de todo lo anterior -que es sólo una pequeña muestra-, ¿seguirá muy seguro de que tendrá el apoyo del gobernador? O a pesar de todo lo anterior, ¿el gobernador lo apoyará como Lemus lo pronosticó? ¿Qué tomarán más en cuenta en Movimiento Ciudadano: ¿La puntuación en las encuestas o una cuestionable conducta constante a lo largo de cinco años?

Al tiempo…