El presidente municipal de Guadalajara, Jesús Pablo Lemus Navarro, ha emprendido con celeridad los pasos con miras a convertirse en el próximo candidato a la gubernatura con, sin o a pesar de Movimiento Ciudadano. ¿O debo de decir con, sin o a pesar del gobernador Enrique Alfaro Ramírez?

Para ello ha cubierto muy bien el perfil que parece obligado en Movimiento Ciudadano para quienes se han “cocinado al vapor” como políticos, que frívolamente aspiran a nuevos cargos de elección popular y que logran venderse como “productos” en redes sociales. Mercadotecnia en sustitución de propaganda. Publicidad hueca en lugar del convencimiento mediante la capacidad e inteligencia política. De los Peñas Nieto del PRI a los Lemus, Samueles y ahora Palazuelos del movimiento naranja no hay diferencia alguna. Al primero lo creó la televisión, mientras a los demás las redes sociales. Ninguno con una formación sólida en la ciencia política. Llegan al poder porque los adversarios son peores, no porque sean los mejores.

El munícipe de Guadalajara, dentro de su estrategia política para hacer a un lado a quienes advierte como obstáculo para sus ambiciones o para la concreción de sus objetivos aún por encima de la ley, ha decidido tomar el camino que lo asemeja cada vez más al presidente Andrés Manuel López Obrador: Acusar sin pruebas; “lanzar la piedra y esconder la mano”; denostar cuando es descubierto o le son descubiertas sus maniobras irregulares e, incluso, ilegales; pretender desprestigiar con adjetivos calificativos negativos, sin reparar en que no sólo es la persona a la que agrede sino que alrededor hay familiares a los que daña colateralmente; privilegia aquella reprobable frase de “calumnia que algo queda”; recurre al vituperio sin más fundamento que sus palabras salpicadas de veneno…

Pero para la ambición no hay freno…

Y ahí tenemos a un presidente López Obrador que así se ha conducido desde sus “mañaneras” en Palacio Nacional, en las que no se ha detenido para emprender todo lo arriba enumerado en contra no sólo de sus enemigos políticos sino de todos aquellos que no piensan igual que él, que habiendo sido sus aliados prefirieron marcar su distancia y hoy los tiene catalogados como sus adversarios….

Los perfiles de AMLO y Lemus comienzan a sincronizarse…

En Marcatextos hemos dejado constancia del cúmulo de mentiras con las que el expresidente de la Coparmex ha pretendido engañar a propios y extraños en su muy corta carrera en la administración pública, y que han encontrado en algunos medios de comunicación la cómplice y escandalosa resonancia que se aparta del rigor periodístico de acompañar su retórica con fundamentos o con el derecho de réplica del o los aludidos. Paradójicamente, han sido sus propios aliados, sus colaboradores, sus correligionarios, sus compañeros de partido, sus secuaces en sus andanzas los que lo han evidenciado y denunciado el cúmulo de mentiras que han “pintado” su perfil.

Sus “estrenos” como presidente municipal han sido escandalosos y en medio de irregularidades y presuntos ilícitos que tienen que ver con el sospechoso manejo los recursos públicos. Para su fortuna, ha contado con el apoyo de cómplices -no se les puede llamar de otro modo- en el Congreso del Estado. Recuérdese los poco más de 1 mil 200 millones de pesos que perdonó en os tres primeros meses de su llegada a Zapopan en 2015 a desarrolladores inmobiliarios por concepto de impuestos y derechos, que le valieron que la Auditoría Superior del Estado le impusiera cargos por poco más de 1 mil 300 millones de pesos, que sorteó gracias a que diputados de Movimiento Ciudadano y sus cómplices de la oposición, desde la Comisión de Vigilancia de la 61 y 62 Legislaturas, se prestaron para “lavarle” la cuenta pública.

Ahora se “estrena” como presidente municipal de Guadalajara con una ilegal y amañada licitación para el arrendamiento de unidades para la seguridad pública con un sobreprecio de 400 millones de pesos, según han evidenciado los regidores de Morena y Acción Nacional, amén de que dicho concurso se llevó a cabo valiéndose de una presunta falsificación de documentos y de aliados y cómplices que el alcalde se encontró nada menos que en los juzgados, lo que le permitió lograr que no se otorgara una suspensión definitiva a la contraparte.

Para lograr lo primero -evadir pagar los millonarios cargos impuestos por la ASEJ- y para tratar de salir airoso de lo segundo -la ilegal licitación-, Lemus Navarro no reparó ni reparará en hacer lo que sea necesario para lograr su objetivo y ambición.

Y es por eso que así como el presidente López Obrador miente y descalifica desde la tribuna de sus “mañaneras”, el presidente municipal de Guadalajara está dispuesto a ser su más fiel y adelantado alumno, bajo la premisa de que “el fin justifica los medios”.