Todo parece indicar que en el equipo del ex candidato a gobernador del PAN, Fernando Guzmán Pérez Peláez, no están de acuerdo ni conformes con el listado de presuntos traidores panistas revelado semanas atrás, en donde aparecen destacados nombres que, a decir verdad, no escondieron sus acciones en contra de su partido o de sus candidatos.
Nadie puede ignorar, ni mucho menos decirse sorprendido, que en ese listado aparezca Raúl Octavio Espinoza Martínez, ex secretario general de Gobierno, quien no se escondió para exhortar a sus correligionarios y ciudadanía en general a votar por el candidato del Partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez.
Lo hizo públicamente y ante representantes de los medios de comunicación.
Tampoco extraña que en esa lista apareciera el nombre del diputado con licencia Ramón Demetrio Guerrero, quien a la luz pública aceptó la candidatura y contendió por la presidencia municipal de Puerto Vallarta bajo el patrocinio del Partido Movimiento Ciudadano, elección que por cierto ganó.
En la zona sur, el panista Raúl Eduardo Vargas de la Torre no se escondió para apoyar a los candidatos del PRI, todos lo vieron y todos lo atestiguaron. Vargas de la Torre lo hizo abiertamente y no “por debajo de la mesa”.
Para el equipo de Guzmán Pérez Peláez hay otros traidores que no aparecen en esa lista y que, ellos sí, de manera encubierta operaron en contra concretamente del candidato a la gubernatura, y todo parece indicar que no están dispuestos a que sigan disfrutando de los beneficios de ser panistas sin ser puestos en evidencia, luego de lo que hicieron.
Y es por eso que nada menos quien fuera coordinador de campaña de Fernando Guzmán, en la segunda etapa de la contienda, el diputado Héctor Álvarez Contreras, hablará hoy, precisamente, de esos traidores que no aparecen en la lista oficial del PAN y que posiblemente creen que ya sortearon lo más difícil.
Claro, hay que esperar si Álvarez Contreras revela nombres y pruebas. Porque pruebas son las necesarias para darle credibilidad a su denuncia, pues de otra manera cualquier denuncia pudiera parecer, más bien, mero discurso porque la “herida” aun está abierta.
Estruendoso como es en su hablar, será mero protagonismo de Héctor Álvarez si, reitero, revela nombres pero no sostiene su denuncia con pruebas. Sí, quizás, se gane importantes especios en los medios de comunicación, pero sin pruebas bastará que los señalados nieguen la acusación para que ésta caiga por su propio peso.
Y, bueno, es que parece que en el PAN está llegando la hora del “cobro de facturas”.