No hay duda alguna de que Enrique Alfaro Ramírez se ha destacado en este proceso electoral como la gran revelación política gracias, principalmente, al excelente manejo mediático que ha logrado desde que ganó la presidencia municipal de Tlajomulco y que le ha servido de escaparate para ofertar una imagen que ha logrado cautivar a no pocos electores.
Tanto, que en algunas encuestas ya se coloca en la segunda posición en la preferencia ciudadana, aunque hay otras en las que aun se mantiene en tercer lugar.
Tampoco hay duda de que Alfaro Ramírez es un político -un verdadero político, hay que subrayarlo- que amerita un análisis serio y profundo como fenómeno en la política jalisciense, y quizás nacional, pues no obstante que hay una  distancia entre lo que dice ser y lo que realmente es, ha logrado convencer a muchos de lo primero.
Y a eso se debe su popularidad.
Por esa razón vale preguntarse ahora, a 18 días de la elección del próximo gobernador del estado, qué sucederá con Enrique Alfaro Ramírez el próximo dos de julio.
¿Qué escenarios se vislumbran para este candidato? Podemos referir que son tres los escenarios en los que podemos ubicar a Alfaro Ramírez y que, según nos cuentas, son los que el propio candidato a vislumbrado y así se los ha compartido a sus más cercanos colaboradores.
Los tres escenarios son:

  • Enrique Alfaro Ramírez gana la elección y se convierte en gobernador de Jalisco, lo que simplemente traerá como consecuencia un gran festejo al venderse como el candidato que logró sacar de Casa Jalisco al PAN y evitar que regresara el PRI, amén de ser el primer candidato de “izquierda” que gana la gubernatura.
  • Enrique Alfaro Ramírez pierde la elección, no lo reconoce y recurre a Tribunales en busca de “tumbar” la elección, exigir que se repitan los comicios y buscar ahora sí, como si fuera una segunda vuelta, obtener la victoria, sin descartar que para ello recurra a movilizaciones en las calles de la zona metropolitana el tiempo que sea necesario.
  • Enrique Alfaro Ramírez pierde la elección por un margen que le es imposible reclamar que se repita o, bien, tras hacerlo no logra concretar su propósito -no sabemos si se declare gobernador “legítimo” y al ganador lo califique como “espurio”-, y decide emprender una lucha para regresar nuevamente en busca de la gubernatura en 2018, manteniendo durante tres años su movimiento -como AMLO lo hizo con Morena-, recorriendo la entidad a lo largo y ancho -como lo hizo AMLO en el país-, para en 2015 buscar ser el presidente municipal de Guadalajara y de ahí “saltar” como candidato natural a la gubernatura.

Estos son los tres escenarios que por el momento se dibujan en torno a Enrique Alfaro para después del 1 de julio. Y es que, creo, a la pregunta ¿Qué sucederá con Enrique Alfaro Ramírez el 2 de julio? debemos añadir una más:
¿Qué sucederá si Alfaro Ramírez y Andrés Manuel López Obrador pierden la elección el 1 de julio?