Ahora sí, después de tanto anunciarse y no concretarse, mañana viernes Rafael González Pimienta dejará la dirigencia estatal del PRI, en su papel de delegado especial, y su lugar será tomado -en la misma calidad de delegado-, por el regidor Eduardo Almaguer Ramírez.
Ayer trascendió que sería hoy jueves cuando se efectuaría el relevo, pero se pospuso.
Y es que el sábado pasado se registró una nueva discusión que llevó a González Pimienta a reiterar nuevamente su decisión de renunciar al cargo porque ya no estaba en disposición de seguir desgastándose con algunos conflictos internos y, por otro lado, ya eran reiteradas las ocasiones en las que por estos problemas de partido perdía sus citas médicas en Houston.
Se asegura que lo anterior se habló con el candidato a la gubernatura, Jorge Aristóteles Sandoval, quien pidió unos días de plazo para tomar la decisión y concretar dicho cambio.
Ayer al mediodía trascendió que todo estaba dispuesto para que se efectuara el relevo, pero finalmente se pospuso 24 horas y será mañana viernes a las 12 del mediodía cuando González Pimienta entregue la estafeta a Almaguer Ramírez.
Por supuesto que con este cambio no se descartan otros en la misma dirigencia estatal, aunque aun no hay nada seguro.
Sin embargo, la llegada de Eduardo Almaguer podría no estar exenta de sobresaltos para el partido, pues ha sido cuestionado por la oposición por su actuación como munícipe tapatío, aunque no ha pasado más allá de señalamientos y acusaciones a través de los medios de comunicación que han quedado en simples declaraciones.