A partir de hoy miércoles, Miguel Castro Reynoso dejó de ser titular de la Secretaría de Desarrollo e Integración Social (Sedis) para apuntarse como aspirante a un cargo de elección popular el próximo año.
En las últimas semanas había manifestado su interés de ser candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalajara, pero ayer al revelar su renuncia dio un “giro” y no descartó la posibilidad de buscar contender por la candidatura al gobierno del Estado.
“Es importante para mí dejar en claro que con esta solicitud de licencia no me descarten en el tema de la candidatura del gobierno de Jalisco y que me encarten…”, dijo textualmente, luego de que días atrás se reunió “para la foto” con una de las más empeñadas en ser también candidata a la alcaldía tapatía, la dirigente del PRI municipal Claudia Delgadillo.
Por supuesto que su renuncia era ya esperada -como lo es la del secretario de Educación, Francisco Ayón López-, e incluso cuentan que él comentó en Lagos de Moreno que lo haría el viernes anterior, pero finalmente lo dejó para el primer día hábil después del 20 de noviembre, “Día de la Revolución Mexicana”.
¿Por qué inesperadamente Castro Reynoso se “encarta” entre los apuntados para la candidatura al gobierno estatal? ¿Qué lo hizo cambiar de opinión, cuando se consideraba que la contienda por este espacio estaba ya sólo entre Héctor Pizano Ramos y Eduardo Almaguer Ramírez, ante la eventualidad de que Arturo Zamora Jiménez no fuera enviado desde el “centro” como el candidato esperado? ¿O de lo que se trata es cerrar con un cuarteto como a nivel federal respecto a la candidatura presidencial?
Podemos hacer las siguientes conjeturas sobre por qué Miguel Castro levantó la mano en busca de la gubernatura:
1. Porque le dieron instrucciones para integrar al cuarteto -aunque ya se tenga visulmbrado a dónde van los que no serán los ungidos-.
2. Porque en las encuestas de su partido -no en las que hasta ahora se han hecho públicas- está en una buena posición y eso le da oportunidad de meterse a la pelea.
3. Para desviar la atención y evitar ser el “blanco” del “fuego amigo” o del externo a éstas alturas del juego.
4. Para desviar la atención y abonar para que las aguas priistas bajen la turbulencia generada al interior por quienes aspiran a la alcaldía y consideran que hay “dados cargados” a su favor.
5. Para desviar la atención y hacer tiempo para que quienes también han levantado la mano por la candidatura a la alcaldía sean “sentadas” y colocadas en otras candidaturas con las que queden contentas.
6. Por estrategia para que el camino a la candidatura a la alcaldía no se le llene de obstáculos que le compliquen una nominación que puede ser tersa si se trabaja con inteligencia y cuidado.
Ustedes pueden incluir otras razones más, pero vale destacar que ha trascendido que en las encuestas aplicadas en Guadalajara, Miguel Castro es el priista más competitivo para enfrentar al candidato -el que sea- del partido Movimiento Ciudadano y del PAN, de ahí que resulta difícil creer o aceptar que el PRI decline postularlo si con él pueden obtener el mejor resultado que con cualquier otro aspirante.
Pero muchas cosas pueden suceder de aquí a la fecha en que se conozca el nombre del “tapado”, tanto a la gubernatura como a la alcaldía tapatía.
Y si no, al tiempo.