Quienes advierten la oposición de Enrique Alfaro Ramírez a crear en Jalisco el Frente Ciudadano por México lo atribuyen a un dejo de soberbia y de triunfalismo, al considerar que no necesita ni del PAN ni del PRD para ganar la gubernatura el año próximo y lograr que el resto de los candidatos de su partido Movimiento Ciudadano ganen la mayoría de cargos en disputa.
Sin embargo, tratar de justificar esta oposición o resistencia bajo ese argumento creo que es insuficiente y quizás no sea el único factor que lo ha llevado a desdeñar esa alianza con panistas y perredistas, aunque tal vez confía en que de facto unos y otros votarán a su favor sin necesariamente entregar nada a cambio.
Por supuesto que no conformar el Frente Ciudadano en Jalisco le permite a Alfaro tener todas las candidaturas para los suyos y no compartir con nadie más, pero ¿hay algo más detrás de su negativa a esa alianza que implora el perredismo jalisciense y le es necesario a la dirigencia nacional panista?
Es más, cualquiera puede preguntarse porqué la negativa de Alfaro cuando advierte que sus bonos van “de picada” y que su partido comienza a “hacer agua” frente a un PRI que le “pisa los talones”, de acuerdo a la última encuesta que él aplaude porque lo coloca aún por encima de cualquier adversario y destaca sus pocos negativos y el conocimiento que el ciudadano tiene de él.
En estas condiciones y ante este escenario que puede complicarse más en el futuro, cualquiera creería que Alfaro buscaría contender con aliados seguros. Pero no. No quiere.
Sin duda alguna, otra fuerte razón es la que obliga a Enrique Alfaro a rechazar su alianza con el PAN y el PRD, razón que, incluso, creo que algo tiene que ver con la decisión final -después de muchos dimes y diretes- de que Alberto Uribe Camacho no busque la reelección como alcalde de Tlajomulco y haya terminado por aceptar la petición del alcalde de Guadalajara para que sea su coordinador de campaña.
Creo que todo es cuestión de seguirle la pista al “hilo” de hechos y de algunos hasta ahora trascendidos para confirmar que el estar seguro de que puede ganar la gubernatura sin necesidad de ir en alianza no es la única causa de que Alfaro se niegue a la creación del Frente Ciudadano por México.
En su momento, de confirmar la información que hoy tengo en calidad de versiones, confirmaré si hay o no otros motivos que llevan a Enrique Alfaro a ignorar los “guiños” del PRD y de algunos panistas, particularmente los de Zapopan.
Al tiempo.