Ayer el diputado de Morena, José María Martínez Martínez, concluyó su período como presidente del Congreso del Estado y le entregó la estafeta a la diputada del PAN, Mirelle Montes Agredado, con un ingrediente poco visto en la política estatal: pese a ser actualmente militantes de partidos diferentes, ambos son parte del mismo grupo político en el que “Chema” -ex panista- lleva la batuta.

Llama la atención que no obstante que la presidencia legislativa la ocupó en este período un diputado de oposición del partido Morena y a partir de hoy la asumirá una diputada de oposición de Acción Nacional, en donde la mayoría legislativa la tiene ampliamente el partido Movimiento Ciudadano -hoy en el gobierno del estado y los principales municipios metropolitanos-, el clamor entre los legisladores de oposición es que se le regrese su autonomía e independencia al Poder Legislativo.

Ayer durante el posicionamiento que las fracciones parlamentarias presentaron en el marco del Informe de Actividades, y en el que ya no estuvo presente el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, destacaron las intervenciones de la diputada del partido Hagamos, Mara Robles Villaseñor, y del diputado del PRI, Hugo Contreras Zepeda, quienes se pronunciaron por devolverle su dignidad al Poder Legislativo.

Robles Villaseñor dijo: “El mal que aqueja al Poder Legislativo del Estado (es): el desequilibrio de poderes que golpea a nuestro estado. No falto a la verdad (…) porque es público y notorio si, como sostengo, los Poderes Legislativo y Judicial están subordinados al Poder Ejecutivo, y ello provoca severas consecuencias para la calidad de vida de las y los jaliscienses.

“Les llamo a recuperar la autonomía e independencia del Poder Legislativo. Al ejercer nuestra facultad de control, podemos hacer la diferencia…”.

Contreras Zepeda, a su vez, expresó: “A pesar de los esfuerzos que nuestra bancada ha impulsado, falta mucho por recuperar el prestigio de este Poder. No, no es una percepción sesgada, es la opinión pública que nos sigue viendo como una ‘ventanilla de trámite’. Esto se debe al desaseo con que se han desahogado algunos temas. Se perdió el orden, se perdió la formalidad, se perdió el respeto por el proceso legislativo. Debemos retomar estos valores, toda vez que (en) el Índice de Estado de Derecho en México,evaluado por un organismo internacional, Jalisco hoy ocupa el lugar 24 de 32 entidades.

“Jalisco es uno de los 17 (estados) en los que se debilitaron los contrapesos institucionales, tanto en el Poder Legislativo como en el Judicial. Esto es muy grave porque significa que vamos dando pasos atrás en la democracia”.

Ayer lo dijeron en tribuna Mara Robles y Hugo Contreras, pero sus palabras son compartidas por la mayoría de los ciudadanos jaliscienses que observan a un Poder Legislativo entregado, “doblado”, sometido y sumiso al Poder Ejecutivo, quizás como pocas veces en su historia. Y lo peor es que esta conducta vergonzosa no sólo es por parte de la mayoría legislativa del mismo partido que gobierna el estado -que por supuesto ya no sorprende-, sino por bancadas que deben de dignificar la tarea de ser oposición, pero que hoy están convertidas en una mera caricatura de oposición.

Ahora Mirelle Montes Agredano, panista y presidente del Congreso, tiene como tarea precisamente esa: recuperar la dignidad para el Poder Legislativo de Jalisco.

Al tiempo…