Lo que antaño en el PRI era la famosa frase del dirigente cetemista, Fidel Velázquez, de que “el que se mueve no sale en la foto”, hoy en Morena se traduce en lo que declaró ayer el dirigente nacional Mario Delgado Carrillo: “Firmaron un documento (…) y se lo entregaron en propia mano a la doctora Sheinbaum”.

Para quienes no entendieron, la traducción política de esta frase es: Todos y cada uno de los aspirantes a presidir la coordinación de la defensa de la transformación en las nueve entidades donde se llevará a cabo la elección, le entregaron su futuro político a la virtual candidata a la presidencia de la República.

Ayer en rueda de prensa, Delgado Carrillo dijo:

“El motivo de la reunión fue para explicarles la encuesta y su metodología, cuáles van a ser las preguntas, cómo se van a medir, cómo se van a ponderar y cómo se va a llegar al resultado final. También para explicarles la regla del género, que se va a respetar lo que mandaten las autoridades electorales, serán cuatro o cinco ganadores, ganadoras, dependiendo de lo que se fije.

“Ya quedó claro cómo va a ser el proceso de encuestas y firmaron un documento que: primero, que conocen el proceso, conocen la metodología y van a aceptar el resultado. Pusieron su nombre, pusieron su firma y se lo entregaron en propia mano a la doctora Sheinbaum. Y también una carta donde aceptan los criterios de género que se tendrán que aplicar.

“La misma generosidad que tiene Morena con ellos, quedaron de tenerlo ellos con el movimiento y, pues, cuidar nuestro movimiento”.

Era sabido que en el caso de Jalisco, Carlos Lomelí, José María Martínez, Antonio Pérez, Claudia Delgadillo, Clara Cárdenas y Cecilia Márquez firmarían -al igual que los demás aspirantes en las ocho entidades restantes- un documento en el que aceptarían las reglas del juego y el resultado que arrojaría la encuesta final, de tal manera que no hubiese quienes no siendo electos protestaran y recurrieran a los tribunales. Y esto lo sabían los participantes. Pero quizás lo que no esperaban era lo que subrayó Mario Delgado: que se lo entregarían en mano propia a Claudia Sheinbaum, con lo que en automático estarían aceptando que su futuro político está en manos de la futura candidata presidencial.

¿O quién de los seis participantes se atreverá a protestar si no es elegido(a), cuando tiene aspiraciones a ser candidato o candidata a un cargo de elección popular, si quien “palomeará” tiene en sus manos el documento que comprueba que aceptó someterse a las reglas del juego? En el documento que le entregaron a Sheinbaum Pardo con su nombre y firma va implícita la autorización para que la coordinadora nacional promueva o vete cualquier aspiración de cada uno de los seis aspirantes.

La aceptación de las reglas del juego se le entregó con nombre y firma no al dirigente nacional de Morena, quien ahora funge algo así como “gerente”, sino a quien de ahora en adelante tomará las decisiones con rumbo al 2024; a la que “palomeará” o “tachará” candidaturas y aspiraciones; a quien muchos le deberán la candidatura que obtengan o le recriminarán el no haberla obtenido, creyendo que la merecían.

Así, pues, el futuro político de Claudia, Clara. Cecilia, Carlos, “Chema” y Antonio está sólo en un par de manos: el de Claudia Sheinbaum Pardo.

Y si no, al tiempo…