Indudablemente, hay cosas que no cuadran en la estrategia del Presidente Andrés Manuel López Obrador. En su discurso hay un juego de palabras que buscan hacer creer cosas que no son.  

Tras la presentación del cuestionado plan de reactivación económica para enfrentar la emergencia generada por la pandemia del COVID-19 hecha por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, éste ha generado enorme polémica al comprometerse a crear dos millones de empleos

De entrada, existe gran sospechosismo por la continuación “contra viento y marea” de las llamadas obras emblemáticas de su sexenio como el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y de la refinería Dos Bocas. Luego, los especialistas en economía y del sector empresarial critican duramente la ausencia de un plan integral que contemple estímulos fiscales y advierten de graves consecuencias si esto no se enmienda. 

¿Cómo logrará el Presidente la creación de los dos millones de empleos en tan poco tiempo y sin apoyo de los empresarios? Parece que su equipo de trabajo encontró la respuesta echando mano de los recursos que tienen a su alcance, y llevaron al mandatario federal a caer en el engaño sólo para salvaguardar sus caprichosos viejos proyectos y decir que ellos son la solución para nuevos empleos

Se trata de la creación de plazas laborales directas e indirectas en los proyectos anunciados desde el inicio de su sexenio en las  diferentes dependencias federales, tales como: 

Comisión Federal de Electricidad (CFE) – Inversiones en el sector energético.

Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) – Aeropuerto de Santa Lucía.

Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) – Tren Maya.

Estos proyectos emblemáticos de AMLO, al igual que el número de empleos que generarían, ya habían sido anunciados desde el informe de 100 días de gobierno de su mandato con cifras mayores a las del “Nuevo plan económico”, pues muchas carreteras y mantenimientos que se pretenden hacer ya estaban proyectadas con un número de empleos definidos.

Y en este punto surgen inconsistencias en las cifras de generación de empleo previstas por proyecto. Tan sólo el Tren Maya que anunció el Presidente en 2018 proyectaba 300 mil empleos directos y ahora hablan apenas de 80 mil, según cifras de Rogelio Giménez-Pons, titular de FONATUR, reveladas a propósito de esta nueva estrategia económica  frente al COVID-19.

Entonces, ¿cuántos empleos proyectaban generar al anunciar estas obras en 2018 y 2019? ¿Estos dos millones de empleos nuevos se suman a los ya proyectados? ¿Es un discurso para apalancar sus caprichos contra el reclamo del  sector empresarial ?


Así que esperemos que el tiempo, porque soy mexicano y quiero que nos vaya bien, no le dé la razón a los organismos internacionales, especialistas y a sus detractores que advierten sus fallas y las terribles consecuencias que traerían para el país, aunque es imposible cerrar los ojos ante la indolencia del jefe del Ejecutivo Federal a temas y sectores de gran relevancia pues son los pilares de nuestra economía y de nuestra sociedad frente a esta pandemia.