Por Julio César Hernández

El pasado miércoles uno de agosto, en nuestro texto titulado “Que haya debate”, referimos la postura del también aspirante a la dirigencia estatal del PRI, Javier Contreras Gutiérrez, quien considera que independientemente del método de elección que se apruebe, debería de haber un debate entre quienes aspiran a suceder a Javier Galván Guerrero.

Con motivo de lo que ahí señalado de lo dicho por Contreras Gutiérrez, recibimos ese mismo día el siguiente correo electrónico del señor David Wong: “Me parecen muy interesantes las interrogantes que plantea el Sr. Javier Contreras y que aparecen en su columna de hoy, en cuanto a un PRI sometido, domesticado, obediente, colaboracionista, marginado y lamentablemente apático al debate de los temas de Jalisco.

“Parecieran ser afirmaciones que realiza sobre el actual partido que encabeza el Sr. Javier Galván, y con mucha razón afirma el ex- regidor lo anterior porque es verdad, pero hay que recordar que él ha sido parte de esta triste y por demás lamentable dirigencia que ha sumido al partido en la peor crisis de su historia, porque hay que recordar que el Sr. Javier Contreras es amigo desde las juventudes del PRI de nuestro “flamante totalmente nuevo y desconchinflado presidente”, el Sr. Javier Galván (o sea, son compadres) y es, porque jamas a renunciado: secretario adjunto a la Presidencia y así se presentaba ante los medios de comunicación, defendiendo hasta hace algunos días el triste papel desempeñado por Javier Galván.

“Así como estoy a favor de un debate real, también es hora que identifiquemos a todos y cada uno de los suspirantes al cargo y él, Javier Contreras, es a mi parecer: mas “tortilla” con lo mismo”.

Ese mismo día, después de recibir el correo electrónico del señor David Wong, recibí uno más de Javier Contreras, quien de manera breve refería lo siguiente: “La circunstancia en que se encuentra el PRI (invisible) en Jalisco es muy preocupante, si desde esta etapa no realizamos la planeación estratégica que se requiere y no reconstruimos un PRI vanguardista, con audacia, arrojo y determinación, sin miedo de asumir nuestro papel como partido de oposición, como segunda fuerza política estamos condenados al fracaso en las elecciones intermedias.

“Ojalá y mis compañeros aspirantes me tomen la palabra y en un debate de ideas le presentemos al Consejo Político Estatal la visión y propuesta de reconstrucción y en este ejercicio se tenga un enfoque más objetivo del instituto político que demanda el priísmo y, por ende, de quien sería el mejor presidente”.