Cuentan quienes estuvieron presentes en ese salón que el grito de: “¡Esos chilangos vestidos de guinda quieren venir a ‘agandallar’ a Jalisco!”, lanzado por Jesús Pablo Lemus Navarro, candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, no levantó ni mucho menos despertó la “pasión” de los asistentes como hubiesen esperado. El ánimo interno, en gran parte del evento, particularmente al final-cuentan-, era como el clima externo que se sentía en la calle: frío. Poco ánimo, considerando que la figura estrella era su abanderado a la gubernatura.

Hoy parece que los emecistas no están con el ánimo “encendido” para enfrentar una batalla electoral en la que se sienten, en términos generales, en desventaja; en términos más optimistas, con una ligera ventaja. Atrás quedaron aquellos momentos de la candidatura alfarista -hace seis años-, cuando cada día era una fiesta. En aquellos días sentían, percibían, que el triunfo estaba “a la vuelta de la esquina”. La acariciaban. Hoy el ambiente es distinto. Se proyecta incertidumbre, inseguridad, temor, desconfianza. Ahora advierten que los riesgos de una derrota “les pisan los talones”. El candidato a la gubernatura no logra, en los hechos, “inyectarles” ese “¡Ánimo!” que lanza en su propaganda. No lo sienten auténtico. No se sienten identificados con él. Hay resistencias.

Y si a esto le sumamos las fatales secuelas que dejó la huida de su anterior precandidato Samuel García Sepúlveda y la designación de un desconocido y “desabrido” candidato a la presidencia de la República, como Jorge Álvarez Máynez, cuyo mayor logro en apenas pocas semanas de haber sido “destapado” y ratificado es “desfondar” a Movimiento Ciudadano en las preferencias ciudadanas llevándolo al límite del porcentaje establecido -3%- para mantener el registro, según algunas encuestas reveladas en los últimos días, entonces imaginémonos el verdadero ánimo entre el emecismo jalisciense.

Aunque en el discurso se apele a la unidad, lo que hemos advertido es que cada candidato parece estar empeñado en sacar únicamente adelante su candidatura. Parece que no confían en que el candidato a la gubernatura -como es lo más común en una elección estatal-, les sumará votos, los “jalará” para obtener una muy buena cantidad de sufragios.

Señales de esa incertidumbre, de la desconfianza en ganar su elección, las lanzó en esa Asamblea Electoral Estatal el propio Lemus Navarro cuando como candidato del partido en el gobierno, que supuestamente lleva ventaja y presuntamente va adelante en las encuestas, voltea a ver hacia abajo a su más cercana rival y se lanza en contra de ella. Y no todo queda ahí, sino que todavía al día siguiente -ayer lunes- le dedica tiempo y espacio para criticarla y “fusilarse” el discurso que antes de las precampañas utilizó la dupla Máynez-Chertorivski en la Ciudad de México para descalificar al PRI y hacerle “el caldo gordo” a Morena previo a la elección en el Estado de México.

¿Qué no se supone que quien va adelante no se “engancha” ni pierde su tiempo peleándose con los que vienen atrás? Eso hizo Alfaro en el 2018 porque sabía que había dejado muy atrás a sus adversarios y salió airoso. Hoy lo hace Claudia Sheinbaum frente a Xóchitl Gálvez y se mantiene en la punta con una amplia ventaja sobre la hidalguense.

Pero, además, Lemus Navarro recurre a un rancio regionalismo y pretende despertar en los tapatíos, en los jaliscienses, un trasnochado “odio” a los “chilangos”. Pero comete torpemente un error, porque arremete en contra de los “chilangos vestidos de guinda” -lo decía ayer-, a los que tendrá que recurrir en busca de ayuda en caso de que él gane la gubernatura y aquellos la presidencia de la República.

Ayer volvió a arremeter en contra de Morena y sus candidatos al escribir en sus redes sociales que “Morena en Jalisco es el PRI de siempre disfrazado de guinda. El PRI de la corrupción más grosera, de la ineficiencia y el cinismo”. Pero, ¿a cuál PRI se refiere? ¿Al que encabezó en el sexenio anterior como gobierno Jorge Aristóteles Sandoval del que el pasado 18 de diciembre Lemus escribió en sus redes: “Con Jorge Aristóteles siempre tuve una relación fraterna y de respeto. Durante mis primeros tres años de gestión en Zapopan, siempre trabajamos de la mano por el bien de las y los jaliscienses. Hoy quiero ratificar mi cariño, respeto y gratitud, a él y a su familia”? ¿Hipocresía pura?

¿O se refiere al PRI que gobernó por más de 70 años al país y a Jalisco, del que salieron el dirigente nacional que lo impuso como candidato a la gubernatura, Dante Delgado Rannauro, y su hoy candidato a la presidencia de la República con el que se estuvo carcajeando, Jorge Álvarez Máynez. Y hasta el mismo gobernador Enrique Alfaro Ramírez y su maestro y hoy secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza? ¿De cuál PRI habla? ¿Acaso del PRI al que le “coqueteó” años atrás para que lo hiciera candidato, antes de que lo “capturara” MC?

¿Anda Lemus Navarro desesperado? ¿Preocupado? ¿O por qué arremeter contra sus adversarios a los que supuestamente ha dejado muy atrás en la preferencia electoral? ¿Será, quizás, que esa no es la realidad?

Ingeniosamente, un hábil y agudo observador de la política local y nacional, escribió ayer respecto al texto de Lemus en X: “Dime que vas perdiendo, sin decirme que vas perdiendo”.