Desde que llegó a la coordinación de la fracción parlamentaria del PRI no tuvo el apoyo de todos sus compañeros diputados, pues consideraron que no tenía los méritos para ocupar dicho cargo; sin embargo, como es característico de los priistas, se disciplinaron y lo aceptaron a regañadientes.
Quizás por eso fue que pronto se refugió” en sus aliados del PRD y del Verde Ecologista, pero estuvo lejos de ser un coordinador con fuerza y con poder. tanto, que no logró siquiera ser precandidato del PRI a la alcaldía de Tlajomulco. No era garantía, ni con mucho, de triunfo. Para esas fechas su desgaste era tanto que los primeros opositores a su candidatura hubiesen sido los propios priistas.
Su primer gran error fue encargar una auditoría externa que tuvo efectos “bumerang” cuyo precio aun está pagando hoy, pues simplemente el resultado de aquella sirvió no sólo para comparar lo hecho por la actual Legislatura sino que puso en evidencia los grandes errores cometidos por los actuales diputados.
Roberto Marrufo Rodríguez es hoy el “Solitario” del Congreso del Estado.
Como coordinador de la mayoría priista, Marrufo Rodríguez carga hoy con el mayor peso de la responsabilidad del desorden administrativo y financiero de la actual Legislatura. Su futuro político, por la vía electoral, parece quedar “sepultado” con el pésimo trabajo realizado en el Legislativo.
Se asegura que sus propios compañeros diputados ya no le hacen caso y el futuro coordinador de la bancada priista en la Legislatura 60 simplemente lo ignora.
Hoy ninguno de los actuales diputados del PRI salen en defensa de su coordinador. Vamos, simplemente evitan hablar de la crisis y si lo hacen, buscan escabullirse con el argumento de que ellos no tenían conocimiento del manejo administrativo, dejándole toda la responsabilidad a Roberto Marrufo.
Pero por supuesto que él comparte responsabilidad con el resto de los coordinadores parlamentarios: los que lo han sido de la fracción panista; Raúl Vargas del PRD y Enrique Aubry del PVEM.
Sin embargo, por ser el coordinador de la mayoría parlamentaria es a quien le cargan el mayor peso de la responsabilidad, y a la arremetida en su contra de los diputados panistas que pretenden “lavarse las manos” de dicha crisis -cunado son igual de responsables, quizás por omisión-, ninguno de sus compañeros sale en su defensa.
Lo están dejando “morir” solo.
Por eso es que en los corrillos partidistas a Roberto Marrufo Rodríguez ya se le adjudicó el mote de: El “Solitario” del Congreso del Estado.