Ayer lo preguntaba yo en Twitter: Si Cruz Azul logró superar el maleficio y ganar -23 años después del que ganó en 1997-, el campeonato de futbol en México, ¿Movimiento Ciudadano terminaría con el maleficio de que el partido que gobierna el estado pierde la zona metropolitana y la mayoría en el Congreso del Estado en la elección intermedia?

Bueno, pues nos fuimos a dormir con la idea de que, efectivamente, MC habría terminado con ese maleficio de acuerdo con la tendencia -aún pobre- que marcaba el Programa de Resultados Preliminares (PREP) que colocaba a este partido adelante en la mayoría de los distritos locales electorales y de las presidencias municipales metropolitanas, aunque con desventaja en Tlaquepaque y Tonalá, al igual que en una alcaldía no menos importante como la de Puerto Vallarta.

Hoy nos habremos levantado con un mayor porcentaje de actas computadas por el PREP y con números ya más sólidos sobre los resultados que se confirmarían el próximo miércoles cuando se canten, por parte del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), las cifras finales de estos comicios que, sin duda alguna, fueron los más reñidos y parejos, tanto, que los dos partidos puntero, MC y Morena, no se atrevieron a salir a “cantar victoria” como era común en comicios anteriores apenas dos horas después de haberse cerrado la mayoría de las casillas.

Es muy pronto para saber, de confirmarse, cómo fue que Movimiento Ciudadano logró superar ese maleficio cuando -contrario a lo que hizo Cruz Azul que fue el mejor equipo del torneo de Liga BBVA-, sus gobiernos estatal y municipales -además del desgaste natural que provoca el ejercicio del poder- tienen abiertos muchos frentes ante la ciudadanía: una grave inseguridad pública que incluye feminicidios, desaparecidos, fosas clandestinas con restos humanos, ejecutados a diestra y siniestra a plena luz del día y en calles o avenidas muy transitadas; una aguda escasez de agua potable en numerosas colonias metropolitanas, particularmente Guadalajara y Zapopan, en mayor medida; alto índice de corrupción y de beneficios a amigos y socios; y un serio desinterés del Ejecutivo estatal por muchos de todos estos problemas que enfrentan los jaliscienses, entre otros más.

Sin embargo, de confirmarse su ventaja con la que nos fuimos a dormir ayer, pero que tampoco es para asegurar que ya todo está decidido -recordemos que en una elección intermedia de años atrás nos fuimos a dormir con una amplia ventaja del PAN y amanecimos con su estruendosa derrota-, habría que analizar con detenimiento cuál o cuáles fueron las causas de esas victorias, sin dejar de lado que mucho tuvo que ver lo sucedido internamente en Morena que aportó su parte para que el partido de López Obrador no ganara lo que pensaba ganar o que ya tenía ganado.

Pero creo que, a reserva de confirmarlo más a detalle, Movimiento Ciudadano logró dar el “estirón” a su favor con la puesta en marcha en redes sociales de su estrategia del “voto útil”, que muchos ingenuos se lo compraron con aquello de que era el único partido que le podía ganar a Morena, creyendo que con eso frenarían a López Obrador en la Cámara de Diputados cuando ahí apenas si lograrán mandar, como máximo, a 27 de los 500 diputados.

Esa estrategia permitió que MC obtuviera votos -que antes no tenía a su favor- de los temerosos antilópezobradoristas que se creyeron el cuento de que votar por los candidatos naranjas era restarle diputados federales a Morena. Obviamente eso le sumó votos en las alcaldías y en las diputaciones locales. El “voto útil” le sirvió a Movimiento Ciudadano para mantenerse “vivo” en Jalisco y no para contrarrestar a la 4T en San Lázaro.

Pero aún hay mucho que analizar y contar no sólo de lo sucedido ayer en la jornada electoral, sino las consecuencias que traerá a corto y mediano plazo con rumbo al 2024.

Y si no, al tiempo…