Por Julio César Hernández

Hace poco más de dos semanas, cuando el Consejo Político Estatal del PRI sesionó para elegir el método mediante el que elegirán a su nuevo dirigente, no eran pocos los oradores que entre los temas a abordar en tribuna era pedir la renuncia de Carlos Rivera Aceves como presidente de la Comisión de Procesos Internos.

Dicen que uno de los que se quedó con su petición en mano fue el ex dirigente del partido, Francisco Javier Santillán Oceguera.

Y es que sabedor de lo que se venía, el delegado regional del PRI, Jaime Aguilar Álvarez, se entrevistó un día antes con Rivera Aceves y lo convenció de que para evitar que su figura fuera “golpeada” en la sesión de consejeros, lo mejor era que renunciara a su cargo.

Así sucedió, aunque en los corrillos políticos se maneja de que Rivera renunció para enviar un mensaje de que aun estaba vigente para lo que se venga en el 2009.

Bueno, pues este cargo Javier Galván se lo ofreció a José Socorro Velázquez Hernández, quien no lo aceptó por su interès de contender por la dirigencia estatal.

Para evitar que renunciaran todos los integrantes de la Comisión de Procesos Internos y convocar al Consejo Político para elegir a sus nuevos integrantes y al presidente, se decidió por quien ya formaba parte de él: Jorge Ramón Quiñones Ruiz, un riverista de “hueso colorado”.

Quiñones Ruiz será el responsable, por lo tanto, del proceso para elegir al sucedor de Galván Guerrero.