Jesús Pablo Lemus Navarro logró su objetivo tan anhelado con miras a la candidatura gubernamental del 2024: ser colocado en la antesala como candidato a la presidencia municipal de Guadalajara, de donde han llegado a Casa Jalisco los últimos cuatro gobernadores: Francisco Ramírez Acuña, Emilio González Márquez, Jorge Aristóteles Sandoval y Enrique Alfaro Ramírez.

Los astros se acomodaron a su favor y tuvo que ser la renuncia de Ismael del Toro Castro a buscar la reelección, la que lo colocará en el lugar al que tanto aspiraba; sin embargo, al mismo tiempo se enfrenta a un problema que podría frenar su ambición política de suceder a Alfaro Ramírez: la ilegalidad de su candidatura.

Ayer entregamos aquí un amplio texto donde abordamos este tema, entorno al cual se levantaron encontradas posturas: unos, de que legalmente no está impedido para sumar nueve años consecutivos como presidente municipal; otros, de que es evidente su violación a las constituciones federal y estatal y de que en tribunales le será frustrado su sueño.

Por lo pronto, ayer en redes sociales el candidato a la alcaldía tapatía por el partido Fuerza por México, Gustavo Flores Delgadillo, anunció que recurrirá a tribunales para impugnar la candidatura de Lemus Navarro.

Pero mientras llega ese momento y se desahoga todo el proceso legal que tendrá que cumplirse, Lemus Navarro no pudo ocultar su felicidad de haberse salido con la suya y terminar postulado por el partido al que no pertenece, Movimiento Ciudadano, como candidato a la presidencia municipal de la capital del país.

“Haiga sido como haiga sido”, logró su objetivo.

Hay quienes ya “echando las campanas al vuelo” apuestan que Jesús Pablo arrollará a sus adversarios, principalmente al de Morena que es su principal competidor -y cuyo nombre aún no ignoraba al momento de redactar estas líneas-, pero cabe recordar que un escenario es el teórico y otro el de los hechos, la campaña y lo que suceda en los días previos a la jornada electoral.

Lemus Navarro y Movimiento Ciudadano saben que Morena le disputará seriamente cada calle, cada cuadra, cada manzana, cada colonia, y que para ello contará con toda la maquinaria de la 4T proveniente del mismo Palacio Nacional; reconocen que en Guadalajara, su candidato a la alcaldía es un personaje mediático, pero que no lo conocen en muchas colonias tapatías y que él mismo desconoce muchas de esas colonias. Y algo más: dos meses de campaña es prácticamente nada.

Jesús Pablo y el partido que lo postula saben que a diferencia del 2015 y 2018, ahora Enrique Alfaro no aparecerá en la boleta electoral y, por tanto, no podrán “colgarse” de su imagen como en las dos elecciones anteriores, amén de que hoy esa figura está desgastada y ha decepcionado a no pocos. Asimismo, nada garantiza que la estructura y maquinaria que había preparado Ismael del Toro para su campaña, participará decididamente y en buen estado a favor de Lemus.

Jesús Pablo Lemus será candidato de Movimiento Ciudadano a Guadalajara en condiciones muy diferentes a las que pudo haber querido llegar. Y por eso no tendrá en campaña “un día de campo”, porque además dejó varios “muertos” en su paso por Zapopan, y las irregularidades registradas en su gobierno -el caso de las luminarias, por ejemplo; o las cuentas públicas que le fueron “lavadas” en el Congreso del Estado, también jugarán en esta contienda.

Así, pues, Lemus y su gente tienen motivos para estar felices, pero no deben “cantar victoria” porque en política nadie pierde todo ni nadie gana todo.., y si algo ha quedado más que demostrado es que “del plato se cae la sopa”.

Al tiempo…